miércoles, 8 de mayo de 2013

“Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión”



Exposición: “Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión”

Fecha de la visita: 7-05-2013
 
Lugar: Espacio Santa Clara, c/ Becas s/n, 41002-Sevilla
Fechas: del 3 de mayo al 20 de julio de 2013


 La muestra, idea original del Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento, ICAS, y la colaboración de BBVA, pretende reconciliar el sentido y la funcionalidad de la producción zurbanaresca del siglo XVII con la creación actual de los diseñadores de más renombre en España que se han visto influido por el pintor o lo consideran el primer modisto español.

La pintura de Zurbarán en el siglo XVII pretendía satisfacer a una clientela devocional que quería decorar las naves de las iglesias. A través de las santas se permitió en sus lienzos el retrato real ligado a fuerte intensidad mística y a un riquísimo vestuario. El tratamiento de los tejidos, la combinación de estampados, la elección de los colores y el uso de complementos hace pensar que estamos ante el primer creador de moda Española.

Las Santas vírgenes que estarán expuestas han sido ofrecidas para la ocasión por el National Gallery de Londres, el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Museo de Bellas Artes de Sevilla (atribuidas al taller del pintor), el museo de Bellas Artes de Bilbao, la Colección Masaveu de Oviedo, el Museo de Strada Nuova Palazzo Bianco de Génova y el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Así, se podrá contemplar la obra de Zurbarán con: Santa Dorotea, Santa Engracia, Santa Bárbara, Santa Matilda, Santa Inés, Santa Marina, Santa Eulalia, Santa
Catalina, Santa Isabel de Hungría, Santa Úrsula, Santa Eufemia, Santa Isabel de Portugal, Santa Casilda y Santa Margarita de Antioquía.

La pintura de Zurbarán en el siglo XVII pretendía satisfacer a una clientela devocional que quería decorar las naves de las iglesias. A través de las santas se permitió en sus lienzos el retrato real ligado a fuerte intensidad mística y a un riquísimo vestuario. El tratamiento de los tejidos, la combinación de estampados, la elección de los colores y el uso de complementos hace pensar que estamos ante el primer creador de moda Española.

La funcionalidad de serie unida a una evidente elegancia e indumentaria de las santas nunca se ha visto reflejada. Ahora, desde la contemporaneidad, se actualiza el mensaje bajo el prisma de la sensibilidad de escogidos diseñadores con gran impacto internacional. Los diseñadores que participarán enfrentarán la elegancia de los trajes pintados por Zurbarán a las ideas personales más creativas. Así, Elio Berhanyer, Ágatha Ruiz de la Prada, Devota y Lomba, Francis Montesinos, Ángel Schlesser, Juan Duyos, Pedro Moreno, Ana Locking, Roberto Torreta, Hanníbal Laguna, Victorio y Lucchino; así como, diseñadores formados en la Cátedra de Elio
Berhanyer trabajan para realizar los diseños inspirados en las Santas. Cada uno de los diseñadores, elegidos por Elio Berhanyer, ha seleccionado una obra concreta para confeccionar los trajes inspirados en ellas.

Esta intervención supone un acontecimiento de trascendencia que sitúa la producción barroca bajo la mirada más moderna y actual. El Museo del Louvre, el Tate Modern o National Gallery de Washington ya han contado con experiencias similares. Ahora, el Espacio Santa Clara, antiguo convento de clausura, será el contenedor idóneo para acoger y mimar esta importante muestra expositiva. La dirección científica y el comisariado recaen en Benito Navarrete Prieto, Director de
Patrimonio, Infraestructuras Culturales y Comunicación del ICAS. El catálogo contará con textos de la experta en indumentaria Amalia Descalzo; Peter Cherry, profesor del Trinity College de Dublín y la colaboración especial del director del Museo Balenciaga, Javier González de Durana que abordará la relación entre los dos maestros: Balenciaga y Zurbarán

El Comisario de la exposición, Navarrete Prieto, reflexiona entorno a la muestra: “Todo proyecto científico se fundamenta en las experiencias anteriores y en los campos que quedan por investigar dentro de la producción artística. El fenómeno de las series zurbaranescas es una parcela de su pintura fundamental para entender los mecanismos de trabajo y su clientela. Las Santas Vírgenes Mártires suponen lo más singular y atractivo de su producción, al representarlas ataviadas con los trajes de la época, pero también reflejan a mujeres que se hacían retratar con la Santa de su nombre. ¿Representan a santas o pueden considerarse como retratos a lo divino como los consideró Emilio Orozco? El estudio de la recepción de la santidad por parte del público y el sentimiento devocional que despertaban estas Vírgenes en el umbral del cielo, es uno de los temas más apasionantes de la
creación zurbaranesca. Que la elegancia zurbaranesca sea objeto de inspiración por parte de nuestros más influyentes diseñadores, partiendo de la experiencia de Cristóbal Balenciaga, es un acontecimiento lo suficientemente significativo y singular como para reconocer detrás de este proyecto la valentía y la originalidad que esperemos sea entendida por el público. Las obras recuperan la función teatral y festiva que también tenían, pues muchas de ellas fueron parte importante en la decoración de los autos sacramentales, y por tanto, la relación entre teatro, danza y pintura se ponen de manifiesto con ello.”

Este proyecto, además, pretende dialogar con la danza, con la música, con el teatro y las artes. Por ello, un gran montaje coreográfico de la mano de la bailaora flamenca Eva Yerbabuena, Premio Nacional de Danza, se gesta en estos momentos. Una coreografía excepcional con música antigua española interpretada por la Orquesta Barroca de Sevilla deleitará al espectador en el claustro del Espacio Santa Clara. Bailaoras y bailaores profesionales lucirán los diseños realizados por los modistos participantes en un espacio único de riqueza patrimonial incalculable.

Además, Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión, contará con actividades complementarias que se desarrollarán entre el 3 de mayo y el 20 de julio, fechas de desarrollo de la exposición. Así, un ciclo de conferencias se llevará a cabo en torno a la figura del maestro extremeño y de la época que le tocó vivir. Destacados expertos en la pintura y la moda participarán en ellas. Se diseñarán, asimismo, actividades específicas para escolares, universitarios y colectivos socioculturales. Un importante programa pedagógico invitará a centros escolares y concertados, centros cívicos y asociaciones a participar en las visitas guiadas y comentadas que se contemplan aprovechando el marco que ofrece el contexto artístico de la época y la influencia directa en los maestros diseñadores contemporáneo. Jaime Sáenz de Tejada, director de BBVA de España y Portugal ha comentado como entidad
colaboradora: “Este patrocinio responde al compromiso de BBVA en la difusión de proyectos de excelencia como el que ahora presentamos. Este programa expositivo parte de un creador de imágenes poderoso como Zurbarán y enlaza con la innovación de grandes modistos: como Elio Berhanyer, Ágatha Ruiz de la Prada, Devota y Lomba, Francis Montesinos, Hannibal Laguna, Roberto Torreta, y Victorio y Lucchino, entre otros. Para acometer proyectos de esta envergadura es necesaria la colaboración entre instituciones públicas como el Ministerio de Educación y Cultura, el Ayuntamiento de Sevilla y una institución privada como BBVA, que vela por la cultura en un sentido amplio. Y es que BBVA ha desarrollado  tradicionalmente una intensa y sostenida labor de promoción de la cultura, que tiene como objetivo crear compromisos a largo plazo con la sociedad, fomentar la
participación y apoyar a las entidades públicas y privadas que velan por la cultura. El Grupo BBVA mantiene acuerdos de colaboración estable con museos de excelencia como el Prado, el Guggenheim Bilbao, y la Fundación Joan Miró, entre otros, impulsando a través de la Fundación BBVA programas de grandes exposiciones como las que todavía pueden verse en Madrid, el joven Van Dyck; en Bilbao, con Oldemburg; y en Barcelona con el legado de Pollock.”

   El marco expositivo: Espacio Santa Clara.-
En el sector norte de la ciudad de Sevilla, entre el río Guadalquivir y la antigua laguna de la
Alameda de Hércules, se encuentra el convento de clausura de las hermanas Clarisas. El convento de Santa Clara –Real Monasterio de Santa Clara- fue construido muy cerca del primero que vio la luz en la ciudad, el Monasterio de San Clemente, en una zona por aquel entonces poco poblada. Está asentado en los terrenos de un palacio almohade perteneciente al Infante Don Fadrique y sus cimientos sirvieron de base a las dependencias conventuales.

Cuando muere el Infante, el palacio se traspasa a la compañía de las Clarisas, orden fundada en Italia por San Francisco y Santa Clara de Asís, gracias a la intercesión del rey Sancho IV y de María de Molina, su viuda. El convento se llena de vida monástica y en él sus hermanas se dedican a la vida contemplativa, a la oración.
La iglesia de estilo gótico-mudéjar se construye en el siglo XV, pero es en el siglo XVI cuando el convento sufre severas y drásticas modificaciones en su estructura. El renacimiento penetra por las fisuras de sus muros dejando huella en el claustro y en las numerosísimas pinturas murales que se encuentran en todo el recinto constituyendo un ejemplo valioso de la pintura mural renacentista en Sevilla. En sus muros trabajan afamados artistas. Juan de Oviedo y Miguel de Zumárraga realizan la portada de la iglesia, y Martínez Montañés, las trazas de los cinco retablos con que cuenta. La desamortización introdujo cambios en la vida de las hermanas que debían adoptar forma de vida laica. Las celdas individuales, las cocinas, lavaderos, dormitorios, alacenas, etc., aparecen en el recinto como arquitectura doméstica.

En 1920 el Ayuntamiento de Sevilla adquiere la torre de Don Fadrique, conocida como “la torre encantada”, un ejemplo del gótico civil más temprano en Sevilla. También adquiere los jardines que la rodean con el propósito de instalar un museo arqueológico. Aún hoy en día podemos admirar relieves, columnas, esculturas romanas, etc., como recuerdo de lo que fue. En 1998, tras el deterioro de las dependencias y tras ocho siglos de vida monástica continuada, las últimas hermanas Clarisas abandonan el Monasterio. Un acuerdo suscrito en el año 2001 entre el arzobispado y el Ayuntamiento de Sevilla hizo posible su renacimiento, no ya como convento, sino como espacio único y singular generador y contenedor de cultura y patrimonio.
La parte restaurada es un tercio de su superficie. Entre ellas, destaca el gran claustro renacentista de planta cuadrada de 29 x 29 metros, arquerías peraltadas y columnas de mármol. Vigas de madera decoradas con policromía de temas platerescos recorren los techos de las galerías y azulejos del siglo XVI adornan los zócalos hasta una altura de 1.73 metros.

La zona de los dormitorios también es zona remozada. El dormitorio bajo o de verano (donde quedarán expuestas las obras de Zurbarán) tiene 40 metros de largo, 7 metros de ancho y más de 6 metros de altura. Sus vigas cuentan con imágenes antropomórficas, zoomórficas y motivos vegetales. Tiene una superficie total de 323, 23 metros cuadrados. Por su parte, el dormitorio alto o de invierno tiene una superficie de 326, 50 metros cuadrados. La antigua ropería, la enfermería, las escaleras centrales y el refectorio también han sido zonas
restauradas. Esta gran intervención fue llevada a cabo en octubre de 2005 con un objetivo: la puesta en valor y la utilización de dichas dependencias para fines culturales y museísticos. A lo largo de estos años se han realizado los trabajos de restauración, acondicionando y rehabilitando las dependencias necesarias para el acceso y para su disfrute y deleite.

Actualmente, el Espacio Santa Clara alberga las sedes oficiales de la Bienal de Flamenco y del Festival de Música Antigua de Sevilla, FeMÀS. Las obras de este Real Monasterio de Santa Clara, hoy denominado Espacio Santa Clara, han sido
realizadas bajo la dirección facultativa de los arquitectos: José García Tapial y León; Fernando Sánchez Navarrete y Carmen Hernández Rey. Como arquitecto técnico intervino Gonzalo Sánchez Caballos.

Zurbarán y sus santas.-
Francisco de Zurbarán
Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos. 1598-1664) pertenece a la segunda generación del tenebrismo barroco y con esta colección de Santas Vírgenes daba respuesta a una tendencia iniciada por la Contrarreforma, como ya sucedió con el Cardenal Paleotti, que una vez acabado el Concilio de Trento encargó cuadros de siete santas.
Se denominaban Retratos a lo divino y recogía a posibles “Damas de la Aristocracia Sevillana”, vestidas como tales, pero con los atributos de Santas. Zurbarán usaba maniquíes que vestía con ricas telas y rostros con expresión intensa de mujeres jóvenes que fijaban la mirada en el espectador. Era costumbre en procesiones en la ciudad. Sus rostros están individualizados, aunque algunas Santas pueden haber tenido la misma modelo. No todos veían bien estas circunstancias como critica Bernardino de Villegas: “Que cosa más indecente que unas vírgenes vestidas tan profanamente con tantos dijes y galas, que no traen las damas más bizarras del mundo! Que a veces duda un hombre si adora a Santa Lucía o Santa Catalina
o si apartara los ojos por no ver la profanidad de los trajes, porque en sus vestidos y adornos no parecen santas del cielo sino damas del mundo...” (Cita de Alfonso Rodríguez en el libro “Iconografía y Reforma”).
En oposición a los pintores renanos, que sostenían que la vista de la sangre era necesaria para la exaltación del alma, Zurbarán no se complacía en la exhibición de las heridas y con mucho pudor trataba los tormentos con ellas relacionados. Consideraba que no era necesario estimular las turbias pasiones sádicas del espectador. Trataba de combinar armoniosamente sus investigaciones pictóricas y sus meditaciones espirituales. Así, Zurbarán se consagró a este tema de las vírgenes mártires tan apreciado en Sevilla a principios del siglo.
Las Santas para Zurbarán no son el medio para representar los instrumentos de tortura a través de poses convencionales e insulsas, todo lo contrario: la expresión de sus vírgenes denota, únicamente, el sufrimiento psicológico que debe sentirse en esos terribles momentos.
El tema de las Santas será tratado individualmente sosteniendo sus atributos y mirando fuera del cuadro; fue uno de los motivos con más fortuna dentro de la producción del artista extremeño que interpretó este asunto, bajo un prisma singular con especial atención al diseño de los trajes. Los testimonios que se conservan del envío al continente americano de varias series de Santas mártires, constituyen en sí una prueba evidente de la popularidad de Zurbarán en 1647. Recibió un pago por veinticuatro vírgenes realizadas para el monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación de la Ciudad de los Reyes, del Perú, y en 1649 está registrado el envío de otras quince con destino a Buenos Aires. Entre 1641 y 1658 se localizan cronológicamente los lienzos de Zurbarán dedicados a Santas vestidas con elegantes indumentarias del siglo XVII, aunque desde la década de los años veinte están registradas diferentes obras de esta temática y forma de representación, como es el caso de la Santa Lucía de la National Gallery de Washington. Esta forma de vestir a las Santas no está muy lejana de la forma con la que viste a las figuras femeninas que encarnan las Tentaciones de San Jerónimo del Monasterio de Guadalupe, y constituyen una de esas rarezas iconográficas del arte zurbaranesco. Ciertamente, sobre la autoría de la serie de Santas se han planteado diferentes hipótesis, habiéndose negado la atribución a Zurbarán en muchas de ellas. Lo verdaderamente cierto es que, como otras obras y series, la de las Santas salió del taller del maestro de Fuente de Cantos. Sus Santas, como bien señaló Gállego, no son para rezar sino para ser vistas como figurantes en una procesión formando un cortejo celeste. El mismo autor señaló que la forma elegante con la que Zurbarán viste a sus Santas es un símbolo de la belleza espiritual. Dentro de la belleza general de las Santas zurbaranescas, existen diferencias en las vestiduras de las mismas, oscilando entre la elegancia casi principesca de Santa Úrsula (P. Bianco Génova) o Santa Casilda del Thyssen de Madrid y Santa Isabel de Portugal del Museo del Prado, a la manera casi villana de la Santa Margarita de la National Gallery de Londres o la Santa Marina del Museo de Sevilla. Julián Gállego relaciona esta forma de vestir a las Santas con la afición figurinista que, tanto para personajes de teatro como de procesión, debió tener Zurbarán. Desde el Museo del Louvre a la Catedral de Sevilla, Santa Lucía, Santa Apolonia, Santa Casilda, Santa Marina, Santa Bárbara, Santa Dorotea, Santa Úrsula y tantas obras Santas y mártires lucen elegantemente sus ricas galas. Sólo excepcionalmente existe, en la galería hagiográfica femenina de Zurbarán, una ruptura con respecto a esta norma y un intento de  contemporaneizar e historiar sus vestiduras, como ocurre con el caso de la Santa Eulalia del Museo Provincial de Sevilla.

BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DE LAS SANTAS

1.- SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA.- Pintada al óleo entre 1635 y 1640. Perteneciente a los fondos de los siguientes Museos: Bellas Artes de Sevilla, Bellas Artes de Bilbao y Colección Masaveu de Gijón. De familia noble, se le apareció Cristo. El Emperador Majencio fue a Alejandría y ordenó sacrificios. Catalina al entrar en un templo propuso un debate filosófico con los sabios y estos se convirtieron al cristianismo. Uno de ellos quiso casarse con ella, pero lo rechazó. El
Emperador la flageló y la mandó a prisión. Fue decapitada tras ser torturada con una rueda con cuchillas. Vivió entre los años 290 y 306. El día del calendario se fija el 25 de noviembre. Sus atributos: una rueda de martirio. Es Patrona de oficios de rueda de molineros, traperos, hilanderas, etc. También es Patrona de la Universidad de París.

2.- SANTA ISABEL DE PORTUGAL.- Pintada al óleo entre 1630 y 1635.
Perteneciente a los fondos del Museo del Prado de Madrid. Su nombre significa “promesa de Dios”. Nació en Zaragoza y era sobrina-nieta de Santa Isabel de
Turingia. Devota y caritativa, confeccionaba ropa para los enfermos. Construyó un hospital para pobres, albergues, un colegio, una casa para mujeres arrepentidas y un hospicio para niños. Una vez, fue espiada por su marido porque entregaba monedas a los pobres del Tesoro Real. Cuando le dijo que le enseñara lo que llevaba, el Señor hizo un milagro convirtiendo las monedas en rosas. Tomó los
hábitos de las Clarisas y peregrinó a Santiago. Intervino en la guerra entre Portugal y Castilla pero le costó la muerte. Es venerada en las Clarísimas de Coimbra. Vivió entre los años 1271 y 1336. El día en el calendario se fija el 4 de julio. Sus atributos: una corona y rosas. Es Patrona de las víctimas de los celos, de adulterio, contra las falsas acusaciones, obras de caridad y trabajadores sociales.

3.- SANTA CASILDA.- Pintada al óleo entre 1630 y 1635. Perteneciente a los fondos del Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. Hija del rey musulmán de Toledo. Fue descubierta por el
padre cuando llevaba viandas a los cristianos, pero al mostrar su regazo aparecieron rosas. Vivió como una eremita. Se encontró su cuerpo en una cueva tras una vida humilde dedicada a Cristo. El lienzo de Santa Casilda pudo pertenecer a algún convento sevillano formando parte del botín español que el mariscal Soult se llevó a Francia. Vestida con una gran riqueza porta joyas  perfilando su vestido. Se presenta modelada con una luz fuerte que subraya su monumentalidad resaltando el intenso colorido de sus ropas contra un difuminado y discreto fondo. Vivió entre los siglos XI y XII. 1107. El día en el calendario se fija el 9 de abril. Su atributo: las rosas. Es invocada en los casos con flujo de sangre, caídas y accidentes de todas clases. Es Patrona de la comarca de Burgos.

4.- SANTA MARGARITA DE ANTIOQUÍA.- Pintada al óleo entre 1631 y 1640. Es una Santa auxiliadora. Vivió en tiempos de Diocleciano y fue hija de un sacerdote pagano. Fue convertida al cristianismo por su nodriza. Cuando su padre tuvo conocimiento
renegó de ella haciéndose pastora. La pretendió el gobernador Olibryus y al negarle sus amores la encarceló. En la celda de castigo se le apareció el diablo en forma de dragón y se defendió tan sólo con un crucifijo. Murió
decapitada. Es una pintura distinta a las demás por la alabarda, sandalias y otros elementos como el dragón. Vivió entre los años 284 y 303. Su día en el calendario se fija el 20 de julio. Sus atributos: el dragón y crucifijo en las manos. A veces es representada con ovejas. Es Patrona de las mujeres de parto.

5.- SANTA ÚRSULA.- Pintada al óleo entre 1641 y 1658. Perteneciente a
los fondos del Museo Strada Nuova Palazzo Bianco de Génova. Fue una joven martirizada en el siglo V. En Germania fue agarrada por los hunos. Atila se enamoró de ella y al negarse fue martirizada. En el lugar de su muerte se construyó una basílica. Úrsula significa “pequeña osa”. Se compuso numerosos cantos en su honor y se hizo muy popular en la Edad Media. Sus atributos: una flecha sobre el pecho. Es Patrona de la Universidad.

6.- SANTA EUFEMIA DE CALCEDONIA.- Pintada al óleo en el año 1637. Perteneciente a los fondos del Museo Strada Nuova Palazzo Bianco de
Génova. Fue hija del senador Filofronos y de Teodosia de Bitinia. El gobernador Prisco pidió sacrificios por el dios Ares y lo desafió. Fue torturada para doblegar su voluntad. Se cree que murió en el Circo de Roma matándola un oso en época de Diocleciano. En el Concilio de Calcedonia en 451, en la catedral que lleva su nombre, se llevó a cabo una disputa entre ortodoxos y monofisistas apareciendo en su tumba un rollo ortodoxo en sus manos y otro en sus pies. Eufemia significa “de buena palabra”. Vivió entre los años 289 y 304. Su día en el calendario se fija el 16 de septiembre. Sus atributos: una sierra. Es Patrona de Antequera.

7.- SANTA MARINA DE AGUAS SANTAS.- Pintada al óleo entre 1640 y 1650.
Perteneciente a los fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla y al Museo Carmen Thyssen de Málaga. Marina significa “aquella que procede el mar”. Nació en Bayona, en Pontevedra. Fue abandonada como sus hermanas y dejada en la puerta de la casa de una familia cristiana. Su padre la juzga y la encierra y martiriza
junto a su hermana Liberata. En el lugar de su muerte surgieron aguas con poderes milagrosos. Está pintada ataviada con un colorido traje de pastora, con ricos tejidos, con sombrero de ala ancha y fisonomía andaluza de cabellos oscuros. Vivió entre los años 119 y 139. Su día en calendario se fija el 18 de julio. Sus atributos: un horno y material de aguas santas.

8.- SANTA ISABEL DE HUNGRÍA.- Pintada al óleo entre 1635 y 1640. Perteneciente a los fondos del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Su nombre significa “promesa de Dios”. Hija de Andrés, II
rey de Hungría. Se casó con Luis de Turingia. Tuvo tres hijos. Controló la peste en 1226 en Wartburg donde construyó un hospital. Fue muy piadosa y ayudó a la orden mendicante de los Franciscanos fundando un monasterio. Al morir, su marido buscó la pobreza pero se lo impidieron. Se dedicó al cuidado de los enfermos y los pobres. Murió a los 24 años y en su tumba se hicieron curaciones milagrosas. Vivió entre 1207 y 1231. Su día en calendario se fija el 17 de noviembre. Sus atributos: panes y rosas. Es Patrona de los enfermos y de la tercera Orden de los Franciscanos y de la Orden Teutónica.

9.- SANTA DOROTEA DE CAPADOCIA.- Pintada al óleo entre 1640 y
1650. Perteneciente a los fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Fue noble caritativa, pura y sabia. Torturada por no querer casarse con Sapricio, Prefecto de Roma. Su abogado Teófilo le pidió que le dijera a Cristo que le enviara manzanas y rosas antes de ser torturada. Se las trajo un niño pidiéndole que se las entregase a
Teófilo que posteriormente se convirtió al cristianismo. Vivió entre los siglos III-IV. Su recuerdo en el calendario está fijado el 6 de febrero. Sus atributos: manzanas y rosas. Es Patrona de los floristas.

10.- SANTA ENGRACIA.- Pintada al óleo entre 1640-1650. Perteneciente a
los fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Fue una noble romana. En Zaragoza tuvo conocimiento de las atrocidades a los cristianos del Prefecto llamado Daciano mandado por Diocleciano. Al protestar, fue injuriada y martirizada. Junto a ellas mueren innumerables mártires de Zaragoza recogido por Prudencio en El Libro de las Coronas siglos más tarde. Vivió en el siglo IV, año 304. Su día en el calendario se fija el 16 de abril. Sus atributos: una pluma y un libro. Es Patrona de Zaragoza.

11.- SANTA BÁRBARA.- Pintada al óleo entre 1640 y 1650.
Perteneciente a los fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Era de Nicomedia en el mar de Mármara. Hija de un noble convertido al cristianismo, fue encerrada por éste en una torre de la que huyó ocultándose en una peña. Fue perseguida a través de un campo de trigo y se recrea sembrando semillas de algodón para que germinen y crezcan 15 centímetros a tiempo de la navidad usando los brotes para adornar el pesebre. Fue martirizada y es Santa de católicos y ortodoxos. Su nombre significa “aquella que no es griega”. Vivió en el siglo III. Su día en el calendario se fija el 4 de diciembre. Sus atributos: la palma del martirio, plumas de pavo real como símbolo de la resurrección, torre con tres ventanas, espada cáliz por la conversión y Cristo, el rayo, la rama de olivo y manto rojo. Es Patrona de Artillería, minería, electricistas, fundidores, bomberos, pirotécnicos y feriantes.

12.- SANTA EULALIA DE MÉRIDA.- Pintada al óleo entre 1640-1650. Perteneciente a los fondos
del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Fue una joven noble romana. Nació en Mérida y recrimina a Daciano sus persecuciones y el trato a los cristianos. Él la condenó a 13 martirios, tantos como años tenía. Martirizada con los castigos más terribles, murió sobreviniendo una nevada que cubrió sus impurezas. Sus verdugos huyeron y la gente vio volar una paloma que salió de su boca. Vivió entre los años 292 y 304. Su día en calendario se fija el 10 de diciembre. Sus atributos: una palma martirial y horno sobre libros. Es Patrona de Mérida y Oviedo.

13.- SANTA MATILDA.- Pintada al óleo entre 1640 y 1650. Perteneciente alos fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Matilde significa “valiente en la batalla, que combate con fuerza y sin descanso”. Creció al cuidado de su abuela paterna. Se casó con Enrique, hijo del duque Otto de Sajonia y rey de Alemania. Ya como reina consorte ayudó a los necesitados llevando a cabo numerosas prácticas piadosas. Enrique murió de apoplejía en el año 936. Tuvo cinco hijos y para darlessatisfacción renunció a su herencia retirándose a la residencia campestre que le había visto nacer; sin embargo, años más tarde vuelve a la corte reanudando sus obras de misericordia. Construyó un convento y creó fundaciones. Murió el 14 de marzo de 968. Su cuerpo fue sepultado junto al de su marido en Quedlinburg donde se le venera como Santa. Su día en el calendario se fija el día de su muerte, el 14 de marzo. Sus atributos: una corona.


14.- SANTA INÉS. Pintada al óleo entre 1640 y 1650. Perteneciente a los fondos del Museo de
Bellas Artes de Sevilla. De familia romana noble rechazó a pretendientes, como el hijo del Prefecto de Roma denunciándola. Fue encerrada en un prostíbulo y la expusieron desnuda ocultando su cuerpo con largos cabellos. Su verdugo antes de decapitarla intentó que abjurase. Fue sepultada en la Vía Nomentana. Agnus (Inés) significa “cordero” en latín y “casta” y “sagrada” en griego. Por este motivo, los corderos se bendicen el día de su muerte. Vivió entre los años 291 y 304. Su día en el calendario se fija el 21 de enero. Sus atributos: una diadema, estola, cordero,
pira, espada, palma. Es Patrona de los adolescentes.

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