miércoles, 17 de junio de 2009

Matisse (1917-1941) Museo Thyssen-Bornemisza Madrid

MATISSE: 1917-1941

09/06/2009 - 20/09/2009

Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

La exposición se centra en la obra de Matisse realizada entre los años 1917 y 1941, dos fechas importantes en su trayectoria artística y que enmarcan el tramo central de su vida de pintor; una etapa en la que el artista encuentra su estilo más personal y a la que, sin embargo, se le ha prestado menos atención que al comienzo o al final de su carrera. Enmarcada por la sombra de la primera guerra mundial y la premonición de la segunda, esta etapa tuvo una importancia crucial para la difusión y consolidación del arte moderno en la que, sin duda, Matisse tuvo un papel estelar. Éste es el marco en el que se analizará su obra, tratando de mostrar cómo el artista amplía durante esos años el campo de su investigación pictórica, profundizando en la relación entre dibujo, color, volumen y espacio, y se decanta por una poética que, sin abandonar su compromiso con la modernidad, aspira hacia lo atemporal.

Henri Matisse
Cateau-Cambrésis, 1869 - Niza, 1954

Pintor y escultor francés. Después de estudiar Derecho, inicia su formación pictórica en la Academia Julian en 1891 y, más tarde, continua con Moreau en la École des Beaux-Arts, junto a Rouault y Marquet. Al finalizar la década de los noventa y al contacto con la obra de los impresionistas, como Van Gogh y Gauguin, el color se convierte en protagonista de sus cuadros. Conoce a Derain, a Vlaminck y a los fauvistas, que le erigen como líder. A partir del Salón de Otoño de 1905 prefiere los planos de color arbitrario y expresivo, influido por Gauguin. Desde entonces su estilo tiende a la abstracción decorativa mediante el color. Grandes coleccionistas como los Stein y los rusos Morosov y Shchukin le apoyan; este último adquiere La Danza y La Música (1909 - 1910), reflejo de la evolución de su obra en busca del equilibrio entre el color y la línea, preocupación que expone asimismo en Notas de un pintor, publicado en La Grande Revue en 1908. A su actividad como pintor hay que añadir a partir de 1900 la de escultor, diseñador e ilustrador. Desde los años veinte vive entre Niza y París y se instala en Vence en 1943. Su pintura no crea escuela pero es uno de los artistas más influyentes, junto con Picasso, en la evolución del arte del siglo XX.


La muestra se extructura en seis secciones temáticas.

I Pintura y tiempo:

La luz del sur, reflejada en el mar, ilumina habitaciones vacías u ocupadas por lejanas figuras femeninas en reposo. Como en los cuadros de Vermeer, el motivo dominante es, en último término, la ventana, una figura que desde el Renacimiento ha sido para los pintores un paradigma de la pintura. Junto a la ventana, algunas alusiones ocasionales a la música subrayan la reflexión del artista sobre la naturaleza de su trabajo.


01 Interior con violín, 1917-1918
(Intérieur au violon)
Óleo sobre lienzo. 116 x 89 cm
Statens Museum for Kunst, Copenhague.
Colección J. Rump

02 Mujeres en un sofá o El diván, 1921
(Femmes au canapé ou Le Divan)
Óleo sobre lienzo. 92 x 73 cm
Musée national de l'Orangerie, París,
Colección Jean Walter y Paul Guillaume

03 Interior con funda de violín, 1918-1919
(Intérieur à la boîte à violon)
Óleo sobre lienzo. 73 x 60 cm
The Museum of Modern Art, Nueva York.
Colección Lillie P. Bliss, 1934

04 Interior en Niza, c. 1919
(Intérieur à Nice)
Óleo sobre lienzo. 66,7 x 54,9 cm
Saint Louis Art Museum, Adquisición


II Paisajes y balcones:

La exploración del espacio exterior permite a Matisse cuestionar la herencia del impresionismo. Frente al ojo pasivo del pintor impresionista, que trata de sumergirse en la naturaleza y fundirse con ella, Matisse, encuadra frecuentemente su motivo desde un balcón o una ventana y subraya la distancia del horizonte, la artificiosidad de la ficción pictórica.


05 Mujer sentada, con la espalda vuelta a la ventana abierta, c. 1922
(Femme assise, le dos tourné vers la fenêtre ouverte)
Óleo sobre lienzo. 73,30 x 92,50 cm
The Montreal Museum of Fine Arts,
Adquisición, fondo John W. Tempest

06 Conversación bajo los olivos, 1921
(La Conversation sous les oliviers)
Óleo sobre lienzo. 100 x 82 cm
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid


III Intimidad y ornamento:

Las escenas de interior, pintadas a puerta cerrada, son teatros en miniatura en los que la relación del pintor con sus modelos se depura como en un laboratorio. La mirada se extravía entre espejos, flores, sedas, joyas y cabelleras, y en el arabesco que dibuja la mano sobre la tela, acechan, como en los poemas de Baudelaire, el deseo, el desasosiego y el desmayo.


07 La lectora distraída, 1919
(La Liseuse distraite)
Óleo sobre lienzo. 73 x 92,4 cm
Tate: Legado por Montague Shearman a través de la Contemporary Art Society 1940

08 Amapolas, 1919
(Les Pavots)
Óleo sobre lienzo. 100,6 x 81,3 cm
The Detroit Institute of Arts.
Legado de Robert H. Tannahill

09 Retrato de Marguerite dormida, 1920
(Portrait de Marguerite endormie)
Óleo sobre lienzo. 46 x 65 cm
Colección privada

IV Figura y fondo:

Durante un tiempo el pintor sigue una rutina rígida. Por las mañanas pinta en el estudio con la modelo posando en un estrado revestido de telas musulmanas; por las tardes dibuja reproducciones de estatuas de Miguel Ángel en la academia local. Dos paradigmas: la bidimensionalidad sofocante de los fondos combate con el volumen y el peso de las figuras, su corporeidad.


10 El sombrero amarillo, 1929
(Le Chapeau jaune)
Óleo sobre lienzo. 64 x 45 cm
Pierre and Tana Matisse Foundation Collection

11 El biombo moruno, 1921
(Le Paravent mauresque)
Óleo sobre lienzo. 90,8 x 74,3 cm
Philadelphia Museum of Art:
Legado de Lisa Norris Elkins, 1950

12 Pianista y jugadores de damas, 1924
(Pianiste et joueurs de dames)
Óleo sobre lienzo. 73,7 x 92,4 cm
National Gallery of Art, Washington, D. C.
Colección Mr. y Mrs. Paul Mellon

V Forma:

El desnudo se establece finalmente en el centro de la atención del pintor. Es el espejo que le ayuda a ahondar en los valores de la forma pictórica. Matisse lo estudia sistemáticamente, alternando la pintura con el dibujo y la escultura. Finalmente el logro más claro de la “pintura de intimidad” será una estatua inspirada en los desnudos realizados por Miguel Ángel para la Capilla Medici de Florencia, Gran desnudo sentado (1922-29).

El registro cambia súbitamente en 1930; de la intimidad de los interiores domésticos, Matisse salta a la pintura decorativa y con ella al desnudo heroico. El periodo 1930-33 es un paréntesis dominado por una fuerte tensión entre dos polos contrapuestos: la forma estática, monumental, cristaliza escultóricamente en Desnudo de espaldas IV (1930); la forma en movimiento, luminosa, pictóricamente en La Danza (1930-33) de la Fundación Barnes.


13 Odalisca con pandereta, 1925-1926
(Odalisque au tambourin)
Óleo sobre lienzo. 74,3 x 55,6 cm
The Museum of Modern Art, Nueva York.
Colección William S. Paley, 1990

14 Dos odaliscas, una desvestida, con fondo ornamental y damero, 1928
(Deux Odalisques (dont l’une dévetue, fond ornemental et damier))
Óleo sobre lienzo 54 x 65 cm
Moderna Museet, Estocolmo

15 Desnudo de espaldas IV, 1930
(Nu de dos IV)
Bronce fundido. 190 x 114 x 16 cm
Staatsgalerie Stuttgart

16 La danza – segunda versión, estudio de conjunto, 1932-1933
(La Danse – deuxième versión, Étude d'ensemble)
Lápiz sobre papel. 20,7 x 53,3 cm
Musée Matisse, Niza
Donación de los herederos del artista, 1960


VI “Une sonore vaine et monotone ligne”:

Cuando Matisse vuelva de nuevo a la “pintura de intimidad” en 1934, se esforzará por mantenerse en la perfección abstracta de La Danza, aun a costa de renunciar definitivamente al volumen y a la profundidad. Esa deriva de su pintura coincide en el tiempo histórico con el ascenso de las tensiones políticas y las amenazas de guerra. Las figuras de los cuadros de Matisse se nos presentan cada vez más absortas en sí mismas, más nocturnas e inalcanzables. El color se hace más incorpóreo y la forma se reduce a trazo, signo que fluye: “una sonora, vana y monótona línea” (une sonore, vaine et monotone ligne), por decirlo con un verso de La siesta de un fauno que Matisse había ilustrado en su edición de 1932 de las Poésies de Mallarmé. En 1935 volvió sobre esa ilustración para llevarla a una tela de gran formato en la que continuó trabajando durante los años de la guerra para dejarla finalmente inacabada. Serán así las series de dibujos que el pintor agrupó bajo el título musical de Thèmes et Variations (1942) las que pongan punto final a este periodo de su trayectoria.


17 Naturaleza muerta con mujer dormida, 1940
(Nature morte à la dormeuse)
Óleo sobre lienzo. 82,5 x 100,7 cm
National Gallery of Art, Washington, D. C.
Colección Mr. y Mrs. Paul Mellon

18 El vestido azul reflejado en el espejo, 1937
(La Robe bleue refletée dans la glace)
Óleo sobre lienzo.
64 x 49 cm
The National Museum of Modern Art, Kyoto

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