Exposición: “Santas
de Zurbarán: Devoción y Persuasión”
Fecha de la visita: 7-05-2013
Lugar: Espacio Santa Clara, c/
Becas s/n, 41002-Sevilla
Fechas: del 3 de mayo al 20 de
julio de 2013
La muestra, idea original del Instituto de la
Cultura y las Artes del Ayuntamiento, ICAS, y la colaboración de BBVA, pretende
reconciliar el sentido y la funcionalidad de la producción zurbanaresca del
siglo XVII con la creación actual de los diseñadores de más renombre en España
que se han visto influido por el pintor o lo consideran el primer modisto
español.
La pintura
de Zurbarán en el siglo XVII pretendía satisfacer a una clientela devocional
que quería decorar las naves de las iglesias. A través de las santas se
permitió en sus lienzos el retrato real ligado a fuerte intensidad mística y a
un riquísimo vestuario. El tratamiento de los tejidos, la combinación de
estampados, la elección de los colores y el uso de complementos hace pensar que
estamos ante el primer creador de moda Española.
Las Santas
vírgenes que estarán expuestas han sido ofrecidas para la ocasión por el
National Gallery de Londres, el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza de
Madrid, el Museo de Bellas Artes de Sevilla (atribuidas al taller del pintor),
el museo de Bellas Artes de Bilbao, la Colección Masaveu de Oviedo, el Museo de
Strada Nuova Palazzo Bianco de Génova y el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Así,
se podrá contemplar la obra de Zurbarán con: Santa Dorotea, Santa Engracia,
Santa Bárbara, Santa Matilda, Santa Inés, Santa Marina, Santa Eulalia, Santa
Catalina,
Santa Isabel de Hungría, Santa Úrsula, Santa Eufemia, Santa Isabel de Portugal,
Santa Casilda y Santa Margarita de Antioquía.
La pintura
de Zurbarán en el siglo XVII pretendía satisfacer a una clientela devocional
que quería decorar las naves de las iglesias. A través de las santas se
permitió en sus lienzos el retrato real ligado a fuerte intensidad mística y a
un riquísimo vestuario. El tratamiento de los tejidos, la combinación de
estampados, la elección de los colores y el uso de complementos hace pensar que
estamos ante el primer creador de moda Española.
La
funcionalidad de serie unida a una evidente elegancia e indumentaria de las
santas nunca se ha visto reflejada. Ahora, desde la contemporaneidad, se
actualiza el mensaje bajo el prisma de la sensibilidad de escogidos diseñadores
con gran impacto internacional. Los diseñadores que participarán enfrentarán la
elegancia de los trajes pintados por Zurbarán a las ideas personales más
creativas. Así, Elio Berhanyer, Ágatha Ruiz de la Prada, Devota y Lomba,
Francis Montesinos, Ángel Schlesser, Juan Duyos, Pedro Moreno, Ana Locking,
Roberto Torreta, Hanníbal Laguna, Victorio y Lucchino; así como, diseñadores
formados en la Cátedra de Elio
Berhanyer
trabajan para realizar los diseños inspirados en las Santas. Cada uno de los
diseñadores, elegidos por Elio Berhanyer, ha seleccionado una obra concreta
para confeccionar los trajes inspirados en ellas.
Esta
intervención supone un acontecimiento de trascendencia que sitúa la producción
barroca bajo la mirada más moderna y actual. El Museo del Louvre, el Tate
Modern o National Gallery de Washington ya han contado con experiencias
similares. Ahora, el Espacio Santa Clara, antiguo convento de clausura, será el
contenedor idóneo para acoger y mimar esta importante muestra expositiva. La
dirección científica y el comisariado recaen en Benito Navarrete Prieto,
Director de
Patrimonio,
Infraestructuras Culturales y Comunicación del ICAS. El catálogo contará con
textos de la experta en indumentaria Amalia Descalzo; Peter Cherry, profesor
del Trinity College de Dublín y la colaboración especial del director del Museo
Balenciaga, Javier González de Durana que abordará la relación entre los dos
maestros: Balenciaga y Zurbarán
El Comisario
de la exposición, Navarrete Prieto, reflexiona entorno a la muestra: “Todo
proyecto científico se fundamenta en las experiencias anteriores y en los
campos que quedan por investigar dentro de la producción artística. El fenómeno
de las series zurbaranescas es una parcela de su pintura fundamental para
entender los mecanismos de trabajo y su clientela. Las Santas Vírgenes Mártires
suponen lo más singular y atractivo de su producción, al representarlas
ataviadas con los trajes de la época, pero también reflejan a mujeres que se
hacían retratar con la Santa de su nombre. ¿Representan a santas o pueden
considerarse como retratos a lo divino como los consideró Emilio Orozco? El
estudio de la recepción de la santidad por parte del público y el sentimiento
devocional que despertaban estas Vírgenes en el umbral del cielo, es uno de los
temas más apasionantes de la
creación
zurbaranesca. Que la elegancia zurbaranesca sea objeto de inspiración por parte
de nuestros más influyentes diseñadores, partiendo de la experiencia de
Cristóbal Balenciaga, es un acontecimiento lo suficientemente significativo y
singular como para reconocer detrás de este proyecto la valentía y la
originalidad que esperemos sea entendida por el público. Las obras recuperan la
función teatral y festiva que también tenían, pues muchas de ellas fueron parte
importante en la decoración de los autos sacramentales, y por tanto, la
relación entre teatro, danza y pintura se
ponen de manifiesto con ello.”
Este
proyecto, además, pretende dialogar con la danza, con la música, con el teatro
y las artes. Por ello, un gran montaje coreográfico de la mano de la bailaora
flamenca Eva Yerbabuena, Premio Nacional de Danza, se gesta en estos momentos.
Una coreografía excepcional con música antigua española interpretada por la
Orquesta Barroca de Sevilla deleitará al espectador en el claustro del Espacio
Santa Clara. Bailaoras y bailaores profesionales lucirán los diseños realizados
por los modistos
participantes en un espacio único de riqueza patrimonial incalculable.
Además,
Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión, contará con actividades
complementarias que se desarrollarán entre el 3 de mayo y el 20 de julio,
fechas de desarrollo de la exposición. Así, un ciclo de conferencias se llevará
a cabo en torno a la figura del maestro extremeño y de la época que le tocó
vivir. Destacados expertos en la pintura y la moda participarán en ellas. Se
diseñarán, asimismo, actividades específicas para escolares, universitarios y
colectivos socioculturales. Un importante programa pedagógico invitará a
centros escolares y concertados, centros cívicos y asociaciones a participar en
las visitas guiadas y comentadas que se contemplan aprovechando el marco que
ofrece el contexto artístico de la época y la influencia directa en los
maestros diseñadores contemporáneo. Jaime Sáenz de Tejada, director de BBVA de
España y Portugal ha comentado como entidad
colaboradora:
“Este patrocinio responde al compromiso de BBVA en la difusión de proyectos de
excelencia como el que ahora presentamos. Este programa expositivo parte de un
creador de imágenes poderoso como Zurbarán y enlaza con la innovación de
grandes modistos: como Elio Berhanyer, Ágatha Ruiz de la Prada, Devota y Lomba,
Francis Montesinos, Hannibal Laguna, Roberto Torreta, y Victorio y Lucchino,
entre otros. Para acometer proyectos de esta envergadura es necesaria la
colaboración entre instituciones públicas como el Ministerio de Educación y
Cultura, el Ayuntamiento de Sevilla y una institución privada como BBVA, que
vela por la cultura en un sentido amplio. Y es que BBVA ha desarrollado tradicionalmente una intensa y sostenida
labor de promoción de la cultura, que tiene como objetivo crear compromisos a
largo plazo con la sociedad, fomentar la
participación
y apoyar a las entidades públicas y privadas que velan por la cultura. El Grupo
BBVA mantiene acuerdos de colaboración estable con museos de excelencia como el
Prado, el Guggenheim Bilbao, y la Fundación Joan Miró, entre otros, impulsando
a través de la Fundación BBVA programas de grandes exposiciones como las que
todavía pueden verse en Madrid, el joven Van Dyck; en Bilbao, con Oldemburg; y
en Barcelona con el legado de Pollock.”
El marco expositivo: Espacio
Santa Clara.-
En el sector
norte de la ciudad de Sevilla, entre el río Guadalquivir y la antigua laguna de
la
Alameda de Hércules, se encuentra el convento de clausura de las hermanas
Clarisas. El convento de Santa Clara –Real Monasterio de Santa Clara- fue
construido muy cerca del primero que vio la luz en la ciudad, el Monasterio de
San Clemente, en una zona por aquel entonces poco poblada. Está asentado en los
terrenos de un palacio almohade perteneciente al Infante Don Fadrique y sus
cimientos sirvieron de base a las dependencias conventuales.
Cuando muere
el Infante, el palacio se traspasa a la compañía de las Clarisas, orden fundada
en Italia por San Francisco y Santa Clara de Asís, gracias a la intercesión del
rey Sancho IV y de María de Molina, su viuda. El convento se llena de vida
monástica y en él sus hermanas se dedican a la vida contemplativa, a la
oración.
La iglesia
de estilo gótico-mudéjar se construye en el siglo XV, pero es en el siglo XVI
cuando el convento sufre severas y drásticas modificaciones en su estructura.
El renacimiento penetra por las fisuras de sus muros dejando huella en el
claustro y en las numerosísimas pinturas murales que se encuentran en todo el
recinto constituyendo un ejemplo valioso de la pintura mural renacentista en
Sevilla. En sus muros trabajan afamados artistas. Juan de Oviedo y Miguel de
Zumárraga realizan la portada de la iglesia, y Martínez Montañés, las trazas de
los cinco retablos con que cuenta. La desamortización introdujo cambios en la
vida de las hermanas que debían adoptar forma de vida laica. Las celdas
individuales, las cocinas, lavaderos, dormitorios, alacenas, etc., aparecen en
el recinto como arquitectura doméstica.
En 1920 el
Ayuntamiento de Sevilla adquiere la torre de Don Fadrique, conocida como “la
torre encantada”, un ejemplo del gótico civil más temprano en Sevilla. También
adquiere los jardines que la rodean con el propósito de instalar un museo
arqueológico. Aún hoy en día podemos admirar relieves, columnas, esculturas
romanas, etc., como recuerdo de lo que fue. En 1998, tras el deterioro de las
dependencias y tras ocho siglos de vida monástica continuada, las últimas hermanas
Clarisas abandonan el Monasterio. Un acuerdo suscrito en el año 2001 entre el
arzobispado y el Ayuntamiento de Sevilla hizo posible su renacimiento, no ya
como convento, sino como espacio único y singular generador y contenedor de
cultura y patrimonio.
La parte restaurada es un tercio de su superficie. Entre
ellas, destaca el gran claustro renacentista de planta cuadrada de 29 x 29
metros, arquerías peraltadas y columnas de mármol. Vigas de madera decoradas
con policromía de temas platerescos recorren los techos de las galerías y
azulejos del siglo XVI adornan los zócalos hasta una altura de 1.73 metros.
La zona de
los dormitorios también es zona remozada. El dormitorio bajo o de verano (donde
quedarán expuestas las obras de Zurbarán) tiene 40 metros de largo, 7 metros de
ancho y más de 6 metros de altura. Sus vigas cuentan con imágenes
antropomórficas, zoomórficas y motivos vegetales. Tiene una superficie total de
323, 23 metros cuadrados. Por su parte, el dormitorio alto o de invierno tiene
una superficie de 326, 50 metros cuadrados. La antigua ropería, la enfermería,
las escaleras centrales y el refectorio también han sido zonas
restauradas.
Esta gran intervención fue llevada a cabo en octubre de 2005 con un objetivo:
la puesta en valor y la utilización de dichas dependencias para fines
culturales y museísticos. A lo largo de estos años se han realizado los
trabajos de restauración, acondicionando y rehabilitando las dependencias
necesarias para el acceso y para su disfrute y deleite.
Actualmente,
el Espacio Santa Clara alberga las sedes oficiales de la Bienal de Flamenco y
del Festival de Música Antigua de Sevilla, FeMÀS. Las obras de este Real
Monasterio de Santa Clara, hoy denominado Espacio Santa Clara, han sido
realizadas
bajo la dirección facultativa de los arquitectos: José García Tapial y León;
Fernando Sánchez Navarrete y Carmen Hernández Rey. Como arquitecto técnico
intervino Gonzalo Sánchez Caballos.
Zurbarán y sus santas.-
Francisco de
Zurbarán
Francisco de
Zurbarán (Fuente de Cantos. 1598-1664) pertenece a la segunda generación del
tenebrismo barroco y con esta colección de Santas Vírgenes daba respuesta a una
tendencia iniciada por la Contrarreforma, como ya sucedió con el Cardenal
Paleotti, que una vez acabado el Concilio de Trento encargó cuadros de siete
santas.
Se
denominaban Retratos a lo divino y recogía a posibles “Damas de la Aristocracia
Sevillana”, vestidas como tales, pero con los atributos de Santas. Zurbarán
usaba maniquíes que vestía con ricas telas y rostros con expresión intensa de
mujeres jóvenes que fijaban la mirada en el espectador. Era costumbre en
procesiones en la ciudad. Sus rostros están individualizados, aunque algunas
Santas pueden haber tenido la misma modelo. No todos veían bien estas
circunstancias como critica Bernardino de Villegas: “Que cosa más indecente que
unas vírgenes vestidas tan profanamente con tantos dijes y galas, que no traen
las damas más bizarras del mundo! Que a veces duda un hombre si adora a Santa
Lucía o Santa Catalina
o si
apartara los ojos por no ver la profanidad de los trajes, porque en sus
vestidos y adornos no parecen santas del cielo sino damas del mundo...” (Cita
de Alfonso Rodríguez en el libro “Iconografía y Reforma”).
En oposición
a los pintores renanos, que sostenían que la vista de la sangre era necesaria
para la exaltación del alma, Zurbarán no se complacía en la exhibición de las
heridas y con mucho pudor trataba los tormentos con ellas relacionados.
Consideraba que no era necesario estimular las turbias pasiones sádicas del
espectador. Trataba de combinar armoniosamente sus investigaciones pictóricas y
sus meditaciones espirituales. Así, Zurbarán se consagró a este tema de las
vírgenes mártires tan apreciado en Sevilla a principios del siglo.
Las Santas
para Zurbarán no son el medio para representar los instrumentos de tortura a
través de poses convencionales e insulsas, todo lo contrario: la expresión de
sus vírgenes denota, únicamente, el sufrimiento psicológico que debe sentirse
en esos terribles momentos.
El tema de
las Santas será tratado individualmente sosteniendo sus atributos y mirando
fuera del cuadro; fue uno de los motivos con más fortuna dentro de la
producción del artista extremeño que interpretó este asunto, bajo un prisma
singular con especial atención al diseño de los trajes. Los testimonios que se
conservan del envío al continente americano de varias series de Santas mártires,
constituyen en sí una prueba evidente de la popularidad de Zurbarán en 1647.
Recibió un pago por veinticuatro vírgenes realizadas para el monasterio de
Nuestra Señora de la Encarnación de la Ciudad de los Reyes, del Perú, y en 1649
está registrado el envío de otras quince con destino a Buenos Aires. Entre 1641
y 1658 se localizan cronológicamente los lienzos de Zurbarán dedicados a Santas vestidas con
elegantes indumentarias del siglo XVII, aunque desde la década de los años
veinte están registradas diferentes obras de esta temática y forma de
representación, como es el caso de la Santa Lucía de la National Gallery de
Washington. Esta forma de vestir a las Santas no está muy lejana de la forma
con la que viste a las figuras femeninas que encarnan las Tentaciones de San
Jerónimo del Monasterio de Guadalupe, y constituyen una de esas rarezas
iconográficas del arte zurbaranesco. Ciertamente, sobre la autoría de la serie
de Santas se han planteado diferentes hipótesis, habiéndose negado la
atribución a Zurbarán en muchas de ellas. Lo verdaderamente cierto es que, como
otras obras y series, la de las Santas salió
del taller del maestro de Fuente de Cantos. Sus Santas, como bien señaló
Gállego, no son para rezar sino para ser vistas como figurantes en una procesión
formando un cortejo celeste. El mismo autor señaló que la forma elegante con la
que Zurbarán viste a sus Santas es un símbolo de la belleza espiritual. Dentro
de la belleza general de las Santas zurbaranescas, existen diferencias en las
vestiduras de las mismas, oscilando entre la elegancia casi principesca de
Santa Úrsula (P. Bianco Génova) o Santa Casilda del Thyssen de Madrid y
Santa Isabel de Portugal del Museo del Prado, a la manera casi villana de la
Santa Margarita de la National Gallery de Londres o la Santa Marina del Museo
de Sevilla. Julián Gállego relaciona esta forma de vestir a las Santas con la
afición figurinista que, tanto para personajes de teatro como de procesión,
debió tener Zurbarán. Desde el Museo del Louvre a la Catedral de Sevilla, Santa
Lucía, Santa Apolonia, Santa Casilda, Santa Marina, Santa Bárbara, Santa
Dorotea, Santa Úrsula y tantas obras Santas y mártires lucen elegantemente sus
ricas galas. Sólo excepcionalmente existe, en la galería hagiográfica femenina
de Zurbarán, una ruptura con respecto a esta norma y un intento de
contemporaneizar e historiar sus vestiduras, como ocurre con el caso de la
Santa Eulalia del Museo Provincial de Sevilla.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DE LAS SANTAS
1.- SANTA
CATALINA DE ALEJANDRÍA.- Pintada al óleo entre 1635 y 1640. Perteneciente a los
fondos de los siguientes Museos: Bellas Artes de Sevilla, Bellas Artes de
Bilbao y Colección Masaveu de Gijón. De familia noble, se le apareció Cristo.
El Emperador Majencio fue a Alejandría y ordenó sacrificios. Catalina al entrar
en un templo propuso un debate filosófico con los sabios y estos se
convirtieron al cristianismo. Uno de ellos quiso casarse con ella, pero lo
rechazó. El
Emperador la
flageló y la mandó a prisión. Fue decapitada tras ser torturada con una rueda
con cuchillas. Vivió entre los años 290 y 306. El día del calendario se fija el
25 de noviembre. Sus atributos: una rueda de martirio. Es Patrona de oficios de
rueda de molineros, traperos, hilanderas, etc. También es Patrona de la Universidad
de París.
2.- SANTA
ISABEL DE PORTUGAL.- Pintada al óleo entre 1630 y 1635.
Perteneciente
a los fondos del Museo del Prado de Madrid. Su nombre significa “promesa de
Dios”. Nació en Zaragoza y era sobrina-nieta de Santa Isabel de
Turingia.
Devota y caritativa, confeccionaba ropa para los enfermos. Construyó un
hospital para pobres, albergues, un colegio, una casa para mujeres arrepentidas
y un hospicio para niños. Una vez, fue espiada por su marido porque entregaba
monedas a los pobres del Tesoro Real. Cuando le dijo que le enseñara lo que
llevaba, el Señor hizo un milagro convirtiendo las monedas en rosas. Tomó los
hábitos de
las Clarisas y peregrinó a Santiago. Intervino en la guerra entre Portugal y
Castilla pero le costó la muerte. Es venerada en las Clarísimas de Coimbra.
Vivió entre los años 1271 y 1336. El día en el calendario se fija el 4 de
julio. Sus atributos: una corona y rosas. Es Patrona de las víctimas de los
celos, de adulterio, contra las falsas acusaciones, obras de caridad y
trabajadores sociales.
3.- SANTA
CASILDA.- Pintada al óleo entre 1630 y 1635. Perteneciente a los fondos del
Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. Hija del rey musulmán de Toledo. Fue
descubierta por el
padre cuando llevaba viandas a los cristianos, pero al
mostrar su regazo aparecieron rosas. Vivió como una eremita. Se encontró su
cuerpo en una cueva tras una vida humilde dedicada a Cristo. El lienzo de Santa
Casilda pudo pertenecer a algún convento sevillano formando parte del botín
español que el mariscal Soult se llevó a Francia. Vestida con una gran riqueza
porta joyas perfilando su vestido. Se
presenta modelada con una luz fuerte que subraya su monumentalidad resaltando
el intenso colorido de sus ropas contra un difuminado y discreto fondo. Vivió
entre los siglos XI y XII. 1107. El día en el calendario se fija el 9 de abril.
Su atributo: las rosas. Es invocada en los casos con flujo de sangre, caídas y
accidentes de todas clases. Es Patrona de la comarca de Burgos.
4.- SANTA
MARGARITA DE ANTIOQUÍA.- Pintada al óleo entre 1631 y 1640. Es una Santa
auxiliadora. Vivió en tiempos de Diocleciano y fue hija de un sacerdote pagano.
Fue convertida al cristianismo por su nodriza. Cuando su padre tuvo
conocimiento
renegó de ella haciéndose pastora. La pretendió el gobernador
Olibryus y al negarle sus amores la encarceló. En la celda de castigo se le
apareció el diablo en forma de dragón y se defendió tan sólo con un crucifijo.
Murió
decapitada.
Es una pintura distinta a las demás por la alabarda, sandalias y otros
elementos como el dragón. Vivió entre los años 284 y 303. Su día en el
calendario se fija el 20 de julio. Sus atributos: el dragón y crucifijo en las
manos. A veces es representada con ovejas. Es Patrona de las mujeres de parto.
5.- SANTA
ÚRSULA.- Pintada al óleo entre 1641 y 1658. Perteneciente a
los fondos del
Museo Strada Nuova Palazzo Bianco de Génova. Fue una joven martirizada en el
siglo V. En Germania fue agarrada por los hunos. Atila se enamoró de ella y al
negarse fue martirizada. En el lugar de su muerte se construyó una basílica.
Úrsula significa “pequeña osa”. Se compuso numerosos cantos en su honor y se
hizo muy popular en la Edad Media. Sus atributos: una flecha sobre el pecho. Es
Patrona de la Universidad.
6.- SANTA
EUFEMIA DE CALCEDONIA.- Pintada al óleo en el año 1637. Perteneciente a los
fondos del Museo Strada Nuova Palazzo Bianco de
Génova. Fue hija del senador
Filofronos y de Teodosia de Bitinia. El gobernador Prisco pidió sacrificios por
el dios Ares y lo desafió. Fue torturada para doblegar su voluntad. Se cree que
murió en el Circo de Roma matándola un oso en época de Diocleciano. En el
Concilio de Calcedonia en 451, en la catedral que lleva su nombre, se llevó a
cabo una disputa entre ortodoxos y monofisistas apareciendo en su tumba un
rollo ortodoxo en sus manos y otro en sus pies. Eufemia significa “de buena
palabra”. Vivió entre los años 289 y 304. Su día en el calendario se fija el 16
de septiembre. Sus atributos: una sierra. Es Patrona de Antequera.
7.- SANTA
MARINA DE AGUAS SANTAS.- Pintada al óleo entre 1640 y 1650.
Perteneciente a los
fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla y al Museo Carmen Thyssen de
Málaga. Marina significa “aquella que procede el mar”. Nació en Bayona, en
Pontevedra. Fue abandonada como sus hermanas y dejada en la puerta de la casa
de una familia cristiana. Su padre la juzga y la encierra y martiriza
junto a su
hermana Liberata. En el lugar de su muerte surgieron aguas con poderes
milagrosos. Está pintada ataviada con un colorido traje de pastora, con ricos
tejidos, con sombrero de ala ancha y fisonomía andaluza de cabellos oscuros.
Vivió entre los años 119 y 139. Su día en calendario se fija el 18 de julio.
Sus atributos: un horno y material de aguas santas.
8.- SANTA
ISABEL DE HUNGRÍA.- Pintada al óleo entre 1635 y 1640. Perteneciente a los
fondos del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Su nombre significa “promesa de
Dios”. Hija de Andrés, II
rey de Hungría. Se casó con Luis de Turingia. Tuvo
tres hijos. Controló la peste en 1226 en Wartburg donde construyó un hospital.
Fue muy piadosa y ayudó a la orden mendicante de los Franciscanos fundando un
monasterio. Al morir, su marido buscó la pobreza pero se lo impidieron. Se
dedicó al cuidado de los enfermos y los pobres. Murió a los 24 años y en su
tumba se hicieron curaciones milagrosas. Vivió entre 1207 y 1231. Su día en
calendario se fija el 17 de noviembre. Sus atributos: panes y rosas. Es Patrona
de los enfermos y de la tercera Orden de los Franciscanos y de la Orden Teutónica.
9.- SANTA
DOROTEA DE CAPADOCIA.- Pintada al óleo entre 1640 y
1650. Perteneciente a los
fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Fue noble caritativa, pura y
sabia. Torturada por no querer casarse con Sapricio, Prefecto de Roma. Su
abogado Teófilo le pidió que le dijera a Cristo que le enviara manzanas y rosas
antes de ser torturada. Se las trajo un niño pidiéndole que se las entregase a
Teófilo que
posteriormente se convirtió al cristianismo. Vivió entre los siglos III-IV. Su
recuerdo en el calendario está fijado el 6 de febrero. Sus atributos: manzanas
y rosas. Es Patrona de los floristas.
10.- SANTA
ENGRACIA.- Pintada al óleo entre 1640-1650. Perteneciente a
los fondos del
Museo de Bellas Artes de Sevilla. Fue una noble romana. En Zaragoza tuvo
conocimiento de las atrocidades a los cristianos del Prefecto llamado Daciano
mandado por Diocleciano. Al protestar, fue injuriada y martirizada. Junto a
ellas mueren innumerables mártires de Zaragoza recogido por Prudencio en El
Libro de las Coronas siglos más tarde. Vivió en el siglo IV, año 304. Su día en
el calendario se fija el 16 de abril. Sus atributos: una pluma y un libro. Es
Patrona de Zaragoza.
11.- SANTA
BÁRBARA.- Pintada al óleo entre 1640 y 1650.
Perteneciente a los fondos del
Museo de Bellas Artes de Sevilla. Era de Nicomedia en el mar de Mármara. Hija
de un noble convertido al cristianismo, fue encerrada por éste en una torre de
la que huyó ocultándose en una peña. Fue perseguida a través de un campo de
trigo y se recrea sembrando semillas de algodón para que germinen y crezcan 15
centímetros a tiempo de la navidad usando los brotes para adornar el pesebre.
Fue martirizada y es Santa de católicos y ortodoxos. Su nombre significa “aquella
que no es griega”. Vivió en el siglo III. Su día en el calendario se fija el 4
de diciembre. Sus atributos: la palma del martirio, plumas de pavo real como
símbolo de la resurrección, torre con tres ventanas, espada cáliz por la
conversión y Cristo, el rayo, la rama de olivo y manto rojo. Es Patrona de
Artillería, minería, electricistas, fundidores, bomberos, pirotécnicos y
feriantes.
12.- SANTA
EULALIA DE MÉRIDA.- Pintada al óleo entre 1640-1650. Perteneciente a los fondos
del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Fue una joven noble romana. Nació en
Mérida y recrimina a Daciano sus persecuciones y el trato a los cristianos. Él
la condenó a 13 martirios, tantos como años tenía. Martirizada con los castigos
más terribles, murió sobreviniendo una nevada que cubrió sus impurezas. Sus
verdugos huyeron y la gente vio volar una paloma que salió de su boca. Vivió
entre los años 292 y 304. Su día en calendario se fija el 10 de diciembre. Sus
atributos: una palma martirial y horno sobre libros. Es Patrona de Mérida y
Oviedo.
13.- SANTA
MATILDA.- Pintada al óleo entre 1640 y 1650. Perteneciente alos fondos del
Museo de Bellas Artes de Sevilla. Matilde significa “valiente en la batalla,
que combate con fuerza y sin descanso”. Creció al cuidado de su abuela paterna.
Se casó con Enrique, hijo del duque Otto de Sajonia y rey de Alemania. Ya como
reina consorte ayudó a los necesitados llevando a cabo numerosas prácticas
piadosas. Enrique murió de apoplejía en el año 936. Tuvo cinco hijos y para
darlessatisfacción
renunció a su herencia retirándose a la residencia campestre que le había visto
nacer; sin embargo, años más tarde vuelve a la corte reanudando sus obras de
misericordia. Construyó un convento y creó fundaciones. Murió el 14 de marzo de
968. Su cuerpo fue sepultado junto al de su marido en Quedlinburg donde se le
venera como Santa. Su día en el calendario se fija el día de su muerte, el 14
de marzo. Sus atributos: una corona.
14.- SANTA
INÉS. Pintada al óleo entre 1640 y 1650. Perteneciente a los fondos del Museo
de
Bellas Artes de Sevilla. De familia romana noble rechazó a pretendientes,
como el hijo del Prefecto de Roma denunciándola. Fue encerrada en un prostíbulo
y la expusieron desnuda ocultando su cuerpo con largos cabellos. Su verdugo
antes de
decapitarla intentó que abjurase. Fue sepultada en la Vía Nomentana. Agnus
(Inés) significa “cordero” en latín y “casta” y “sagrada” en griego. Por este
motivo, los corderos se bendicen el día de su muerte. Vivió entre los años 291
y 304. Su día en el calendario se fija el 21 de enero. Sus atributos: una
diadema, estola, cordero,
pira,
espada, palma. Es Patrona de los adolescentes.
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