martes, 25 de octubre de 2011

Diego Rivera, cubista

DIEGO RIVERA CUBISTA. De la Academia a la Vanguardia 1907-1921.

Lugar: Casa de la Provincia, Sevilla


Fecha inicio: 08/09/2011
Fecha fin: 30/10/2011
Espacio: Salas Triunfo y Provincia

La Fundación Unicaja e Inparce Barcelona, presentan la exposición DIEGO RIVERA CUBISTA, de la Academia a la Vanguardia 1907- 1921, la primera exposición temática cubista en Europa, que tuvo lugar en el Museo del Patrimonio Artístico de Málaga (MUPAM) y en la Casa de la Provincia de Sevilla.
La muestra es fruto de una rigurosa selección de obras que van desde 1097 hasta 1921 y que proceden de Museos, Instituciones culturales y colecciones particulares de países como México, Estados Unidos, Holanda, Noruega, Rusia, Ucrania y Austria.
La exposición es una oportunidad única de poder disfrutar de las obras del maestro mexicano en su acercamiento a las Vanguardias y al Cubismo.

La pintura mural de Diego Rivera es internacionalmente reconocida y es objeto de múltiples investigaciones, libros y exposiciones en todo el mundo. Menos conocida es la obra que realizó en Europa, donde residió casi catorce años, entre 1907 y 1921, que equivale a un tercio de toda su carrera artística.
Desde ese tiempo, y antes de que regresara a México en 1921 para pintar su primer mural, sus obras de esta etapa europea muestran un variado itinerario estilístico.
Diego Rivera asimiló las tendencias artísticas de principios del siglo XX, desde el impresionismo al postimpresionismo y de Paul Cézanne a August Renoir, o a Jean-August-Dominique Ingres, hasta los neoclasicismos de vanguardia, con una etapa, muy fructífera, en relación con el cubismo.
Habría que destacar su experiencia con este último movimiento, obra poco vista por el público en general, que ha sido objeto de mayor estudio en las últimas décadas.

Ver vídeo de la exposición: http://vimeo.com/29360869

(fuente: http://www.casadelaprovincia.es/diego-rivera.asp)

Recoge una selección de obras de temática cubista del reconocido pintor mexicano, considerado como uno de los más importantes pintores americanos del siglo XX. Esta compuesta por treinta obras que proceden de una decena de museos, instituciones culturales y colecciones particulares de países como México, Estados Unidos, Holanda, Noruega y Ucrania.

La pintura mural de Diego Rivera (Guanajuato, México, 1886) es internacionalmente conocida, sin embargo, no ocurre lo mismo con su obra cubista realizada durante su estancia en Europa donde residió casi 14 años, entre 1907 y 1921, gracias al apoyo del gobernador de Veracruz, este viaje le llevo por tierras de distintos países incluida España, siendo influido por las corrientes de vanguardia vigentes en esos momentos por Europa.

Un viaje a Italia, realizado en 1920-1921, marca su paso al muralismo al descubrir los frescos italianos del Quatrocento. En 1922 inicia su primer mural en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, en la ciudad de México. Entre 1922 y 1929, realiza alguna de sus más importantes creaciones. En Estados Unidos, donde viaja con su tercera esposa, Frida Kahlo, dicta conferencias en Los Ángeles y realiza allí un mural en la Escuela de Bellas Artes. Posteriormente y contratado por Henry Ford, pinta los murales del Detroit Institute of Art.

(fuente: http://arteycoleccionismo.wordpress.com/2011/09/07/exposicion-de-diego-rivera-en-la-casa-de-la-provincia-sevilla/)

Las obras recogidas en esta exposición están realizadas con distintas técnicas como acuarela o lápiz grafito sobre papel, y óleo sobre distintos soportes como tela, madera o corcho, entre otras técnicas artísticas. La temática de las obras cubistas de Diego Rivera que recoge esta exposición abarca desde paisajes y bodegones hasta retratos y escenas costumbristas.

La Fundación Unicaja ha editado un catálogo con la obra cubista de Diego Rivera que podrá verse en la muestra, así como un análisis detallado de la etapa cubista del reconocido pintor mexicano, que ayudará a conocer más ampliamente las obras cubistas y vanguardistas de Rivera en sus años de residencia en el continente europeo.

Diego Rivera, nacido en Guanajuato (México), en 1886, ingresó precozmente en la Escuela Nacional de Bellas Artes donde obtuvo una sólida formación como dibujante y pintor. En 1907, Rivera logró viajar a Europa gracias al apoyo del gobernador de Veracruz.

En Madrid frecuentó una academia de pintura durante dos años y se interesó, en particular, por la pintura El Greco, que conoció en Toledo. En 1909, Rivera emprendió un viaje por Europa que lo llevó a París, Brujas, Gante y Londres, donde conoció a la pintora rusa Angelina Beloff. A partir de entonces, se dejó influir libremente por las corrientes de vanguardia que descubrió en Europa y en París investigó las posibilidades creativas del cubo-futurismo. Refugiado en España durante la Primera Guerra Mundial, presentó el cubismo al público español.

Un viaje a Italia, realizado en 1920-1921, marca su paso al muralismo al descubrir los frescos italianos del 'Quatrocento'. En 1922, después de un breve viaje por la República Mexicana, Rivera inicia su primer mural en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, en la ciudad de México. Esta obra revela la gran influencia de la pintura italiana. Sin embargo, al iniciar su trabajo, dos años después, en los muros de la Secretaría de Educación Pública, Rivera se ha liberado y logra conformar un estilo propio de pintura mural al fresco, en el que se pueden detectar distintas influencias, el constructivismo a partir del cubismo, la amplitud de los fresquistas toscanos del 1400, la verticalidad de las composiciones tomadas de El Greco y los colores libremente interpretados de las artes populares mexicanas, además de otras.

Entre 1922 y 1929, Rivera realiza alguna de sus más importantes creaciones en México y es, asimismo, a partir de 1922 cuando Rivera se entrega casi de lleno a las actividades políticas. En Estados Unidos, donde viaja con su tercera esposa, Frida Kahlo, dicta conferencias en Los Angeles y realiza allí un mural en la Escuela de Bellas Artes. Poco después, contratado por Henry Ford, prepara los murales del Detroit Institute of Art, quizás su obra mural de mayor envergadura, en la que exalta los valores de la civilización técnica del siglo XX.

(fuente: http://www.elcorreoweb.es/cultura/129755/cubismo/mexicano/diego/rivera/llega/casa/provincia)
























































miércoles, 19 de octubre de 2011

Eugene Delacroix: 1798-1863

Eugene Delacroix (1798-1863):

fusión de drama y color

Lugar: CaixaForum Madrid

Del 19/10/2011 al 15/01/2012

Esta exposición reúne más de 100 obras del gran pintor francés Eugène Delacroix (1798-1863), una de las figuras más destacadas del romanticismo, entre cuyos óleos más conocidos están Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi (Museo de Bellas Artes, Burdeos), uno de los bocetos de La muerte de Sardanápalo (Museo del Louvre, París) o Las mujeres de Argel en su aposento (Museo del Louvre), excepcionalmente prestado para la muestra.

Dramatismo, exotismo, movimiento y color definen el programa de un artista que se presentaba a sí mismo como un revolucionario, enfrentado a las rígidas convenciones del arte neoclásico. Delacroix fue el primer pintor moderno, visceral y apasionado, que trasladó a la tela la renovación espiritual del romanticismo.

La exposición, organizada conjuntamente por la Obra Social ”la Caixa” y el Museo del Louvre en el marco de un acuerdo de colaboración, es la más importante que se ha organizado en España en torno a la figura de Delacroix. Cuenta con préstamos de instituciones tan importantes como la National Gallery de Londres, El Metropolitan Museum de Nueva York o el Art Institute de Chicago.

Propone un recorrido por las diferentes etapas de su producción, desde las primeras obras, que buscan la inspiración en el museo, hasta la etapa de madurez, en la que el artista extrae sus temas de la realidad, haciendo especial hincapié en sus obras de historia así como las orientalistas, reunidas por primera vez desde 1963, año de su centenario.

Precio
Actividad gratuita
Plazas limitadas

(fuente: http://obrasocial.lacaixa.es/nuestroscentros/caixaforummadrid/eugenedelacroix_es.html)

Ver un Video de Tve1 sobre la exposición: pincha aquí

CaixaForum ofrece hasta enero la oportunidad de contemplar parte de la obra de Eugène Delacroix en la mayor retrospectiva internacional del pintor romántico francés en cincuenta años. Pese a la ausencia de pinturas suyas tan conocidas como La libertad guiando al pueblo, las 130 obras reunidas, en las que se incluyen interesantes bocetos y acuarelas, resumen la esencia de un artista cuyos viajes marcaron su trayectoria.

Ochenta y ocho años después de que el Museo del Louvre organizara una exposición en homenaje a Eugène Delacroix por el centenario de su muerte, acaecida en 1863, CaixaForum Madrid celebra la inauguración de la mayor retrospectiva internacional organizada desde entonces.

El dramatismo, el movimiento y un dominio fascinante de la paleta cromática definen las obras de este pintor romántico francés, cuyo interés por las artes no se limitó a representar un tema, sino a indagar en los entresijos de cómo los artistas llevaban a cabo el proceso de ejecución. Sirve para comprender este interés de Delacroix por la esencia de las artes plásticas sus bocetos, litografías y acuarelas reunidos en esta muestra, en la que el visitante puede apreciar el estudio de la anatomía o la perspectiva sobre papel antes de que la idea del pintor sea transformada en un óleo.

Así, son abundantes las obras expuestas de pequeño formato, ante cuyo detallismo merece la pena fijar la atención. Sucede en la serie de pinturas en las que Delacroix ensaya el tema de Hamlet y Horacio en el cementerio o en la que titula Combate de Giaus y Hassán, en la que se vislumbra el interés del pintor por la anatomía animal del caballo que tanto protagonismo tiene en sus lienzos.

No es el único animal en hacerlo. También acapararon su atención los tigres o los leones. Las pinturas preparatorias del lienzo de grandes dimensiones La caza de los leones, ausente en la muestra, pero de la que da una idea lo expuesto, confirman su interés por investigar sobre las posibilidades pictóricas de los animales.

Los viajes que emprendió en su vida le valieron para inspirarse en otros artistas, así como en paisajes y costumbres ajenas a la francesa. Le ocurrió tras visitar Gran Bretaña entre los años 1820 y 1830, y volvió a experimentar la misma sensación al embarcarse en una misión diplomática francesa en el norte de África, acompañando al conde de Mornay en su visita a Abderramán, sultán de Marruecos. En el transcurso de aquel viaje realizó, incluso, varias escalas en ciudades españolas como Cádiz, Sevilla o Algeciras.

De las obras reunidas en la muestra, las que se vieron influidas por ese viaje a Marruecos reúnen los requisitos para despertar la admiración del visitante. Lo hace Boda judía en Marruecos, en la que destaca un asombroso dominio de la luminosidad pero, sobre todo, lo confirma Mujeres de Argel en sus habitaciones, de un asombroso detallismo y riqueza cromática, ante la que quien la contempla no echa en falta la ausencia en la exposición de La Libertad guiando al pueblo, obra clave en la trayectoria de Delacroix y pieza estrella del Louvre.

El desnudo, el retrato -y el autorretrato-, la mitología o el paisaje marítimo también están presentes en su obra, que no estuvo exenta de pinceladas del orientalismo y exotismo que impregnó al romanticismo en el siglo XIX. Un ejemplo es la bucólica escena representada en Las bañistas o mujeres turcas en el baño, una pintura muy colorista que contrasta con otras obras más oscuras como Los discípulos y las santas mujeres recogen el cuerpo de San Esteban.

Los temas religiosos también captaron su atención. Pintó temas del Antiguo y Nuevo Testamento y episodios de la vida de la Virgen, como La Anunciación o La Piedad, o de la de Cristo, como Cristo atado a una columna o Cristo en la cruz. Resulta igualmente interesante el lienzo La confesión pública, en la que Delacroix dejó constancia una vez más de su dominio de las luces y las sombras al representar el interior de una iglesia gótica en penumbra en la que domina la escena la blanca camisa de quien va a ser condenado.

En definitiva, un recorrido fundamental para tratar de comprender a una artista cuya inspiración no hizo sino reciclarse en cada viaje, en cada experiencia y en cada lectura

(fuente: http://www.elimparcial.es/cultura/redcritica-de-artered-idelacroix-1798-1863i-fusion-de-drama-y-color-93077.html)

Si hay un hilo, poderoso y visceral, que une a Goya con el arrebato impresionista, ese fue el que tejió Eugène Delacroix (Charenton-Saint-Maurice, 1798-París, 1863). Artista romántico de impredecible y agreste gusto por el color, visitó España en 1820. Y de aquel viaje, como se verá, una peripecia paradójica, volvió plenamente obsesionado con todas las gamas del negro de las que era capaz el genio aragonés. La influencia, decisiva, serviría a su propósito último: la búsqueda de la esencia de la pintura, la materia y la luz. Tales son las audaces conclusiones que se extraen de la antológica Delacroix. De la idea a la expresión, que hoy se abre al público en CaixaForum Madrid envuelta en el aroma del acontecimiento; es la muestra más grande dedicada al pintor en medio siglo y cuenta con la colaboración del Louvre y el Prado.

La pinacoteca parisiense aporta entre otras muchas joyas el óleo Mujeres de Argel en sus habitaciones, una de sus características piezas de inspiración historicista, obra que nunca había salido de las salas del museo. Y en febrero, cuando las 130 piezas de la exposición viajen a la sede barcelonesa de CaixaForum, lo harán enriquecidas por una selección de obras de Goya prestadas por el Prado. La excursión será también por tanto un estimulante viaje a los orígenes de un artista escasamente representado en las colecciones españolas.

Sébastien Allard, conservador jefe del Departamento de Pintura del Museo del Louvre, amén de comisario de la exposición, subrayaba ayer ufano que si bien "en Europa se le han dedicado a Delacroix numerosas exposiciones", la importancia de esta "solo es comparable a la del Louvre en 1963 con motivo del centenario de su muerte". "Con esta colaboración queremos saldar la deuda de Delacroix con España".

No parece asunto de poca importancia. Después de todo a Delacroix le costó deshacerse de los recuerdos de lo contemplado en el Prado. De ahí parte el proceloso viaje de su obra a través del color, que en ocasiones alcanza casi a esculpir. "Al final aguardan las pinturas que hablan de sí mismas, sin camuflarse tras un tema", explica Allard. Así sucede con Boceto de la caja de León con la que el artista reflexiona sobre la dificultad de fijar el momento exacto en el que un artista decide dar por terminada una obra. El lienzo deslumbró a Cézanne y está considerado como precursor de la técnica moderna.

Pero ese descubrimiento de la pintura en estado puro llegará después. Antes, la exposición se adentra con pasión cronológica en los hitos biográficos del pintor francés. Y su dedicación a la geografía humana se recoge en las tres versiones del retrato de Aspasia, una joven mulata de la que se sirvió para experimentar con la luz y el color.

El trabajo como litógrafo está presente en las 17 planchas que realizó para ilustrar el Fausto de Goethe, en un inevitable abrazo de resonancias románticas. Aunque su inspiración literaria más conocida fue la brindada por Lord Byron. De su mano, Delacroix tomó partido a favor de la independencia de Grecia del imperio otomano, como vienen a demostrar dos de sus obras maestras más conocidas: La masacre de Quíos (1824) y Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi (1826).

A partir de ahí, Delacroix se debatió entre la decoración de edificios públicos, la eterna seducción del clasicismo, la reconfortante familiaridad de los temas mitológicos y religiosos y la serenidad de los paisajes. Todo ello, en una veloz fuga de sí mismo con destino al grado cero de la pintura que siempre ansió.

(fuente: http://www.elpais.com/articulo/cultura/Delacroix/salda/deuda/espanola/elpepicul/20111019elpepicul_4/Tes)

lunes, 17 de octubre de 2011

Exposición Arquitecturas pintadas

Lugar: Museo Thyssen, Madrid

Ficha técnica

Título

Arquitecturas Pintadas. Del Renacimiento al siglo XVIII

Organiza

Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid

Fechas

Del 18 de octubre de 2011 al 22 de enero de 2012

Sedes

Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza

Casa de las Alhajas, Fundación Caja Madrid

Comisarios

Delfín Rodríguez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y
Mar Borobia, jefe de conservación de Pintura Antigua del Museo Thyssen Bornemisza

Comisaria técnica

Dolores Delgado.

Coordinación Fundación Caja Madrid

Josefina Blanca y Paloma Martín.

A lo largo de la historia de la pintura la representación de arquitecturas ha sido una de las herramientas que ha proporcionado al espectador detalles y claves para interpretar las composiciones. Estos escenarios, especialmente a partir del Renacimiento, toman un nuevo rumbo donde se vuelcan conocimientos y teorías, se reivindica el estatus del artista para transformarse, más tarde, en un instrumento de propaganda y poder en manos de sus comitentes y ya, en el siglo XVIII, en un género nuevo que tiene como único protagonista a la ciudad.

Arquitecturas pintadas. Del Renacimiento al siglo XVIII se ha organizado en dos grandes apartados. En el Museo Thyssen-Bornemisza el visitante podrá contemplar obras ejecutadas desde el Renacimiento hasta el siglo XVII, mientras en la Fundación Caja Madrid se despliega en profundidad el siglo XVIII.

Mas información sobre las distintas salas en el siguiente enlace del Museo Thyssen:

http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2011/arquitecturas/salas_1.html

Plazas, calles, edificios... ¿Cómo eran o cómo los veían los grandes pintores de su tiempo? Bajo el título Arquitecturas pintadas el Museo Thyssen, en colaboración con la Fundación Caja Madrid, presenta hoy una de sus grandes exposiciones de la temporada. Se trata de más de 140 cuadros, desde el Renacimiento al siglo XVIII, que representan las ciudades y su arquitectura. Una evolución de los escenarios arquitectónicos que incluye obras de Duccio di Buoninsegna, Canaletto, Giovanni Paolo Panini, Tintoretto, Gaspar van Wittel, Hubert Robert, Maerten van Heemskerck o Hans Vredeman de Vries, entre otros.

Ciudades reales o ciudades soñadas, la leyenda, la imaginación y la fantasía forman parte de la manera en la que muchos artistas plasmaron ciudades de todo el mundo. La exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 22 de enero, ha sido comisariada por el catedrático Delfín Rodríguez y la conservadora el museo Mar Borobia, quienes plantean un recorrido que va de ciudades monumento como Roma, Nápoles o Madrid y El Escorial a conceptos como la ruina y la memoria.

La exposición reúne obras procedentes de colecciones particulares y museos de todo el mundo, con préstamos destacados de, entre otros, los Museos Vaticanos, la National Gallery of Art de Washington, la Galleria degli Uffizi, el Museo del Prado y Patrimonio Nacional.

http://imagenen1.247realmedia.com/0/default/empty.gif(fuente: http://www.elpais.com/articulo/cultura/arquitectura/hizo/pintura/elpepucul/20111017elpepucul_3/Tes)

--Ciudades, palacios y ruinas, construcciones inventadas o reales son los escenarios que escogieron muchos artistas para plasmar en sus pinturas, a veces auténticas postales, desde el Renacimiento al siglo XVIII y que desde mañana se podrán contemplar en la exposición "Arquitecturas pintadas".

Más de 140 cuadros integran esta exposición organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid, entre cuyas sedes se han repartido estas obras procedentes de colecciones particulares y pinacotecas de todo el mundo como los Museos Vaticanos, la National Gallery of Art de Washington, la Galería degli Ufizzi de Florencia, el Museo del Prado o Patrimonio Nacional.

Se trata de la primera ocasión en la que el género de las arquitecturas pintadas en general es el protagonista de una exposición ya que hasta ahora sólo se había abordado en tratamientos parciales, ha asegurado hoy Delfín Rodríguez, catedrático de Historia del arte de la Universidad Complutense de Madrid y comisario de la muestra junto con Mar Borovia, jefa de conservación de pintura antigua del Thyssen.

Llevar a cabo esta exposición ha sido un "sueño personal" desde hace varios años para Delfín Rodríguez, que ha destacado las "metáforas" escondidas tras la pintura de arquitecturas y su evolución.

Este género tomó un nuevo rumbo desde su concepto como escenario a partir del Renacimiento con la creciente especialización de los autores para llegar en el siglo XVIII a un estilo que tiene como único protagonista a la ciudad.

Mar Borovia ha recalcado que es una exposición "enormemente trabajada" cuyo proyecto comenzó en 2008, y en la que la principal dificultad ha sido seleccionar las pinturas finales de entre las más de 350 que se consideraron para integrar la muestra.

Aunque muchos de los cuadros son de autores muy conocidos, tanto del área mediterránea como del norte de Europa, los anónimos ocupan también un lugar privilegiado, ha explicado la comisaria.

Clasificada en orden cronológico y temático, "Arquitecturas pintadas" se ha organizado en dos grandes apartados: en el Thyssen, el visitante podrá contemplar obras ejecutadas desde el Renacimiento hasta el siglo XVII, mientras que en la Fundación Caja Madrid se ciñe al XVIII.

Los cuadros con los que se inicia la exposición, del siglo XIV, reflejan una época en la que la pintura de arquitecturas era un aspecto menor y se utilizaba como fondo de escenas generalmente religiosas, género que cultivaron Duccio di Buoninsegna o Franceso d'Antonio.

La simbología y la fantasía que se introducen en la pintura de arquitectura está presente en las obras expuestas en el Thyssen en los dos capítulos siguientes de la colección, "La ciudad histórica: memoria y ruinas" y "La ciudad ideal".

La Torre de Babel, el Coloso de Rodas o el faro de Alejandría son algunos ejemplos de los edificios, ruinas o ciudades surgidas de la imaginación de los autores.

Los grandes artistas del siglo XVII como Annibale Carraci o Claudio de Lorena y sus grandes paisajes con elementos clásicos y de la antigüedad dan paso a vistas de ciudades como Roma o Nápoles, en el último capítulo del Thyssen, con obras de Viviano Codazzi o Gaspar van Wittel.

La exposición continúa en las salas de la Fundación Caja Madrid con "Las ciudades del Gran Tour", donde en "auténticas postales" aparecen vistas de arquitecturas y ciudades principalmente de Italia, con Canaletto, Guardi, Bellotto o Panini.

Pero además de las ciudades italianas, el género se extiende a otros países y, así, pueden contemplarse vistas de Madrid: Atocha, la calle de Alcalá o el Palacio Real, del pintor Antonio Joli.

Las arquitecturas históricas y las ciudades reales se mezclan con edificios imaginarios en el género "capriccio", vinculado a nuevas ideas artísticas que se vieron reflejadas también en un subgénero sobre ruinas.

Todo ello, ha resumido el director artístico del Thyssen, Guillermo Solana, conforman una "delicia visual" que el público podrá contemplar en Madrid hasta el 22 de enero.

Joan Miro, La escalera de la evasion

Joan Miró. La escalera de la evasión

Lugar: Fundacion Joan Miro de Barcelona

Joan Miró

16/10/2011 - 18/03/2012

La exposición Joan Miró. La escalera de la evasión reúne más de un centenar de obras del artista, algunas muy significativas. La muestra pone de manifiesto el compromiso de Miró con su tiempo.

Las primeras salas exploran los vínculos de Miró con su Cataluña natal, con obras como La masía (1921-1922), Tierra labrada (1923-1924) y Paisaje catalán (El cazador) (1923-1924) , el contacto con Paris y la liberación creativa del surrealismo. En la sección central, el drama de la Guerra Civil española y la segunda guerra mundial se reflejan en el nuevo lenguaje pictórico con obras como Naturaleza muerta del zapato viejo (1937) o las Constelaciones (1940-1941). La última sección examina la etapa final de la dictadura franquista, con obras como Mayo 1968 (1968-1973) o el tríptico La esperanza del condenado a muerte (1974).

Comisarios: Matthew Gale y Marko Daniel (Tate Modern) con la colaboración de Teresa Montaner (Fundació Joan Miró)

Organización: Tate Modern (Londres) y Fundació Joan Miró (Barcelona).

Patrocinio: Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, Fundación BBVA

Itinerancia:

Tate Modern (Londres): hasta el 11 de septiembre de 2011

Fundació Joan Miró (Barcelona): 15 de octubre de 2011 - 25 de marzo de 2012

National Gallery of Art (Washington): 6 de mayo - 12 de agosto de 2012

Catálogo: Publicado por Tate Modern y Fundació Joan Miró

Con textos de Marko Daniel, Matthew Gale, Teresa Montaner, Christopher Green, Kerryn Greenberg, William Jeffet, María Luisa Lax, Robert S. Lubar y Joan M. Minguet Batllori, y una completa cronología comparando la vida de Miró, el mundo del arte y la situación mundial. Tres ediciones: catalán, castellano e inglés.

De forma complementaria a la exposición, se presenta un audiovisual coproducido con la Universitat Pompeu Fabra en el que se entrevista a personas del entorno de Joan Miró y otros catalanes destacados.

Horario: De martes a sábado, de 10 a 19 h

Jueves, de 10 a 21.30 h

Domingos y festivos, de 10 a 14.30 h

Lunes no festivos, cerrado

Precio: 10 €

Con la entrada a Joan Miró. La escalera de la evasión, 2x1 para la exposición Joan Miró. Carteles de un tiempo, de un país en el Museu d'Història de Catalunya

Venta anticipada y más información: www.fundaciomiro-bcn.org

(fuente: http://www.fundaciomiro-bcn.org/exposicio.php?idioma=6&exposicio=3656&titulo=Joan%20Mir%C3%B3.%20La%20escalera%20de%20la%20evasi%C3%B3n)

· Barcelona reúne 170 piezas de colecciones de todo el mundo. Tras su gran éxito en la Tate Modern de Londres, viajará en mayo a la National Gallery of Art de Washington.

· La Fundación Joan Miró de Barcelona presenta la exposición Joan Miró. La escalera de la evasión, que reúne más de 170 obras del artista –pinturas, esculturas y obras sobre papel– con el objetivo de poner de manifiesto el compromiso del artista catalán con el tiempo que le tocó vivir. La muestra está considerada una de las más destacadas de Europa y es la más importante que ha podido verse en España en los últimos 20 años sobre Miró.

La exposición reúne obras de colecciones públicas y privadas de todo el mundo y ha sido organizada conjuntamente por la Tate Modern de Londres y la National Gallery of Art de Washington. Semejante despliegue costará más de un millón de euros, lo que “sobrepasa lo ordinario”, según declaró ayer el presidente de la fundación, Jaume Freixa.

La escalera de la evasión es una “panorámica completa” de la obra de Miró que resalta la importancia de su lugar de origen y cómo influyeron en su obra acontecimientos como la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y el franquismo. “Es la escalera de ascenso hacia firmamentos superiores, hacia una evasión de una realidad cruda”, apuntó Freixa.

Las primeras salas exploran los vínculos con su Cataluña natal, en especial con la masía familiar de Mont-Roig, así como la inflexión que supuso su estancia en París y la liberación creativa del surrealismo. De este periodo son obras tan significativas como La masía (1921-1922) –que perteneció a su amigo Hemingway– y la secuencia Cabeza de payés catalán (1924-1925).

En la sección central se repasa el drama de la Guerra Civil, con protestas explícitas como la serie de Pinturas salvajes (1924-1936) o la Naturaleza muerta del zapato viejo (1937), y también se incluyen las piezas que pintó por encargó del Gobierno de la República para el pabellón español de la Exposición Internacional de París, donde convivieron con el Guernica.

En la última sección, la muestra examina cómo el estallido de la Segunda Guerra Mundial provocó en Miró una serie de creaciones más íntimas, como las célebres Constelaciones, serie desarrollada entre 1940 y 1941, y otras más perturbadoras como la serie Barcelona (1944), el comentario plástico de Miró sobre la Guerra Civil. Durante el régimen franquista, Miró trabajó en una especie de exilio interior, pero su compromiso queda patente cuando decidió oscurecer o incluso quemar sus trabajos, como hizo en la serie Telas quemadas (1974), en la que captó la atmósfera de rebelión y ganas de cambio de los años setenta.

Largo recorrido
La idea de la exposición surgió hace dos años en una conversación entre la directora de la Fundación Joan Miró, Rosa María Malet, y el entonces director de la Tate Modern de Londres, Vicent Todolí. La escalera de la evasión, expuesta previamente con enorme éxito en la Tate Modern, donde la visitaron 303.000 personas, es uno de los acontecimientos artísticos del año, y por ello irá acompañada de jornadas académicas, de itinerarios turísticos por la Barcelona de Miró e incluso de otras muestras. Esto ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación BBVA.

Tras recalar en Barcelona viajará a la National Gallery of Art de Washington, donde podrá visitarse a partir de mayo de 2012.

(fuente: http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/cultura/mayor-exposicion-sobre-miro-muestra-compromiso-social)

Vídeo: La mayor exposición de Joan Miró, en Barcelona - CincoDías ...

Otro video de TV1 Más de 300 mil personas visitaron la exposición de Miró en Londres ...

View the temporary exhibition Joan Miró: The Ladder of Escape