Comenzó a dibujar en 1985 y aunque su padre José Capel dibujaba y pintaba, José Jaime ha sido autodidacta. De 1991 a 1994 asiste ("sólo para mirar como pintaba" -según él) al taller del pintor Enrique Cascajosa del que confiesa sentirse impregnado por su “preciosismo” y “calma” en la realización de sus cuadros. Ha realizado cuatro exposiciones (Museo Provincial de Bellas Artes de Murcia en julio de 1987, Aula de Cultura de Unicaja Almería en enero de 1988 y diciembre de 2003 y Museo de la Universidad de Murcia en diciembre de 2005). Tiene previsto para finales de 2009 o primer trimestre de 2010 otra retrospectiva en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Gádor
Lirios y jarrón azul
oleo sobre tabla 83 x 61
Bodegón de otoño
Oleo sobre tabla - 122 x 85 cm
Rosa Julia
Oleo sobre tabla - 33 x 22 cm
Bodegón de calas
Óleo sobre tabla - 80 x 100 cm
Rosal Gaujard
Oleo sobre tabla - 122 x 81 cm
Bodegón de las rosas
Óleo sobre tabla - 100 x 65 cm
Calas de Vietnam (1)
Oleo sobre tabla - 122 x 81 cm
Calas de Vietnam (2)
oleo sobre tabla - 122 x 81 cm
Rapto de Europa
Oleo sobre tabla - 61 x 81 cm
Hortensias
Oleo sobre tabla - 122 x 75 cm
Bodegón de pensamientos
öleo sobre tabla - 80 x 40 cm
Gádor
Óleo sobre tabla - 122 x 90 cm
Chanel nr 5
Oleo sobre lienzo - 50 x 61 cm
Clavel
Óleo sobre tabla - 24 x 35 cm
Bodegón de la mariposa
Óleo sobre tabla - 33 x 50 cm
Tintero turco
Óleo sobre tabla - 35 x 40 cm
Pensamientos
Óleo sobre tabla - 28 x 18 cm
Higos
Óleo sobre tabla - 33 x 22 cm
Rosas en jarra
Óleo sobre tabla - 60 x 40 cm
Rosas Marquesa de Urquijo
Óleo sobre tabla - 122 x 81 cm
Bodegón limones
Óleo sobre tabla -
Dalias. Lanjarón
Óleo sobre tabla - 90 x 122 cm
Pensamientos
Óleo sobre tabla - 40 x 30 cm
Jardín interior de Hué (Vietnam). Nenúfares y lotos
Óleo sobre tabla - 122 x 170 cm
Lirios. Sierra del Gigante.
Óleo sobre tabla - 180 x 122 cm
Críticas de sus exposiciones:
Museo de la Universidad de Murcia
Exposición: "Naturalezas Vivas" De José Jaime Capel Molina, del 13 al 30 de Diciembre de 2005
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A lo largo de la historia, el concepto de pintura, como una de las ramas de las bellas artes, ha ido evolucionando hasta considerarse como obra de arte, el resultado de utilizar simplemente los colores para cubrir un entorno o espacio que, sin necesidad de definir o contener formas realistas, sean capaces de comunicar reacciones y mensajes subjetivos, sin que necesariamente lo interpretado tenga que relacionarse con la intencionalidad del artista.
No es el caso de la obra que nos presenta el pintor José Jaime Capel Molina, ni en su intención ni en su forma. El artista nos muestra dentro de un marco puramente conceptual y realista, un mundo onírico por lo perfecto cuya fantasía se derrama y provoca coloristas poemas florales en donde sus protagonistas, los "galanes" y las "damas" que habitan los jardines, adquieren un lenguaje peculiar al ser interpretadas tan fidedignamente por los pinceles del artista. Creo que en José Jaime más que una intención de mostrarnos el contorno y el espacio de dónde viven sus "personajes", existe una clara propuesta y empeño de que nos embriaguemos de sus aromas a través de la bella y cuidada representación que de ellos hace. Así los iris, en sus distintas variedades de silvestre, germánico, o de la Capadocia, las petunias, los hibiscus, las rosas, las magnolias, los amarilis de Ceilán, las calas, las orquídeas, los lotos, los nenúfares, la flor de lis, y toda una singular guirnalda de escogidas flores y sazonados frutos, adquieren un porte de nobleza y distinción, a través del lenguaje pictórico y poético del artista. Evocaciones que nunca se quedan en la intención, sino que se reafirman en la deleitosa contemplación de la muestra y en la que consigue transmitirnos toda la ternura que la naturaleza le inspira.
Su cuidada y formal técnica pictórica, en donde no apreciamos espacio alguno que haya sido resuelto merced a la improvisación, parte de la perfección y seguridad del trazo en el dibujo, para posteriormente enriquecerlo con el color, cuando éste cubre sus parcelas con preciosas y precisas gamas de tonalidades, vibraciones y reflejos que el artista utiliza para sorprendernos cuando contemplamos la realidad representada. Todo está vivo, palpitante y hasta insinuadamente oloroso. No ha lugar en la obra de José Jaime para la "naturaleza muerta", puesto que hasta las flores cortadas nos las muestra gozosamente levitando, por un capricho del artista, tras las diáfanas transparencias y brillos del cristal, de los jarrones y copas que las contienen.
El asombro y la admiración nos asaltan cuando en su obra contemplamos las flores, con una pedagogía más propia de un amoroso y experto jardinero, que de un pintor. La maestría en la fusión de tonalidades es otra de las técnicas que utiliza para conseguir ese efecto hiperrealista a que nos tiene acostumbrados. Para José Jaime no existe flor que se haya resistido a revelarle sus secretos. Al pintarlas no se queda en la superficialidad de las formas, sino en la esencia de sus olores a través de la eclosión del color que las impregna. Así son de un blanco carnoso los cilíndricos cálices de las calas, como de luminosos morados y amarillos los pétalos de los iris y de un sorprendente ocre dorado las otoñales margaritas de "botón de rey", por citar algunos ejemplos. Pero toda es interpretación de la geografía floral alcanza su punto álgido en el homenaje, a gran formato, que le dedica a los lirios silvestres que crecen a los pies de la sierra del Gigante en las estribaciones de Vélez Rubio. Todo un canto a la naturaleza y su hábitat.
Más que una muestra pictórica, definiría esta exposición como un exuberante jardín, en donde el artista nos transporta a ese su mundo, mágico y floral. Con ella y sin lugar a dudas, José Jaime Capel Molina, se acredita y consolida no solamente como un reconocido y excelente pintor de flores y frutos, sino también y por antonomasia, como un indiscutible "Pintor de sus Fragancias".
No es el caso de la obra que nos presenta el pintor José Jaime Capel Molina, ni en su intención ni en su forma. El artista nos muestra dentro de un marco puramente conceptual y realista, un mundo onírico por lo perfecto cuya fantasía se derrama y provoca coloristas poemas florales en donde sus protagonistas, los "galanes" y las "damas" que habitan los jardines, adquieren un lenguaje peculiar al ser interpretadas tan fidedignamente por los pinceles del artista. Creo que en José Jaime más que una intención de mostrarnos el contorno y el espacio de dónde viven sus "personajes", existe una clara propuesta y empeño de que nos embriaguemos de sus aromas a través de la bella y cuidada representación que de ellos hace. Así los iris, en sus distintas variedades de silvestre, germánico, o de la Capadocia, las petunias, los hibiscus, las rosas, las magnolias, los amarilis de Ceilán, las calas, las orquídeas, los lotos, los nenúfares, la flor de lis, y toda una singular guirnalda de escogidas flores y sazonados frutos, adquieren un porte de nobleza y distinción, a través del lenguaje pictórico y poético del artista. Evocaciones que nunca se quedan en la intención, sino que se reafirman en la deleitosa contemplación de la muestra y en la que consigue transmitirnos toda la ternura que la naturaleza le inspira.
Su cuidada y formal técnica pictórica, en donde no apreciamos espacio alguno que haya sido resuelto merced a la improvisación, parte de la perfección y seguridad del trazo en el dibujo, para posteriormente enriquecerlo con el color, cuando éste cubre sus parcelas con preciosas y precisas gamas de tonalidades, vibraciones y reflejos que el artista utiliza para sorprendernos cuando contemplamos la realidad representada. Todo está vivo, palpitante y hasta insinuadamente oloroso. No ha lugar en la obra de José Jaime para la "naturaleza muerta", puesto que hasta las flores cortadas nos las muestra gozosamente levitando, por un capricho del artista, tras las diáfanas transparencias y brillos del cristal, de los jarrones y copas que las contienen.
El asombro y la admiración nos asaltan cuando en su obra contemplamos las flores, con una pedagogía más propia de un amoroso y experto jardinero, que de un pintor. La maestría en la fusión de tonalidades es otra de las técnicas que utiliza para conseguir ese efecto hiperrealista a que nos tiene acostumbrados. Para José Jaime no existe flor que se haya resistido a revelarle sus secretos. Al pintarlas no se queda en la superficialidad de las formas, sino en la esencia de sus olores a través de la eclosión del color que las impregna. Así son de un blanco carnoso los cilíndricos cálices de las calas, como de luminosos morados y amarillos los pétalos de los iris y de un sorprendente ocre dorado las otoñales margaritas de "botón de rey", por citar algunos ejemplos. Pero toda es interpretación de la geografía floral alcanza su punto álgido en el homenaje, a gran formato, que le dedica a los lirios silvestres que crecen a los pies de la sierra del Gigante en las estribaciones de Vélez Rubio. Todo un canto a la naturaleza y su hábitat.
Más que una muestra pictórica, definiría esta exposición como un exuberante jardín, en donde el artista nos transporta a ese su mundo, mágico y floral. Con ella y sin lugar a dudas, José Jaime Capel Molina, se acredita y consolida no solamente como un reconocido y excelente pintor de flores y frutos, sino también y por antonomasia, como un indiscutible "Pintor de sus Fragancias".
Antonio Labaña Serrano
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Campus Digital:
José Jaime Capel Molina, pintor y profesor de geografía, expone 'Naturalezas Vivas' en el museo de la Universidad de Murcia
"Mi obra es una proyección estética para hablar de mí"
Paqui Hernández-Ardieta
Alejandro Valera Labrado
Rosas, calas, lirios de agua, nenúfares, magnolias, hibiscos, colores y pensamientos definen cada cuadro de José Jaime Capel Molina. El color da vida a esos vegetales muertos que el autor resucita y los convierte en 'Naturalezas vivas', nombre de la exposición de este almeriense que se pudo ver hasta el 30 de diciembre en el Museo de la Universidad de Murcia (Cuartel de Artillería).
Capel Molina pinta "un mundo florístico y botánico" . Él mismo define su obra como "una proyección estética para hablar de mí".
Paisajes vivos, con luz propia, sin sombra y pinturas desnudas que muestran lo más íntimo del autor, pero de forma discreta. La obra de Capel refleja el paisaje del Sureste, entre Murcia y Almería. El pintor retrata las flores y las hace suyas. "Son regeneraciones al detalle", destaca el autor, quien añade que pinta lo más profundo de su interior.
Profesor de Geografía física en la Universidad de Almería, Capel es un gran amante de las plantas y de los viajes. Molina explica que estas cincuenta y dos obras de las que está compuesta la exposición son recuerdos de sus viajes por todo el mundo, así como a Méjico, Irán o la India.
Capel Molina pinta "un mundo florístico y botánico" . Él mismo define su obra como "una proyección estética para hablar de mí".
Paisajes vivos, con luz propia, sin sombra y pinturas desnudas que muestran lo más íntimo del autor, pero de forma discreta. La obra de Capel refleja el paisaje del Sureste, entre Murcia y Almería. El pintor retrata las flores y las hace suyas. "Son regeneraciones al detalle", destaca el autor, quien añade que pinta lo más profundo de su interior.
Profesor de Geografía física en la Universidad de Almería, Capel es un gran amante de las plantas y de los viajes. Molina explica que estas cincuenta y dos obras de las que está compuesta la exposición son recuerdos de sus viajes por todo el mundo, así como a Méjico, Irán o la India.
De esta manera, perdido en el vacío, piensa y, minutos después, confiesa que una de las plantas más extrañas que ha visto ha sido el Abies, "el pino más longevo de la tierra con más de 2.000 años", concluye Capel.
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http://empresistasalmeria.bitacoras.com/
Exposición: Óleos de José Jaime Capel Molina (Aula de Cultura de Unicaja)
11-01-2007
Exposición: Óleos de José Jaime Capel Molina
Lugar: Aula de Cultura de Unicaja, Paseo de Almería, 69 (Almería)
Del 10 al 23 de Enero de 2007
Han pasado más de dos décadas desde la primera exposición de José Jaime Capel Molina en el Mueso Provincial de Bellas Artes de Murcia. A ella se sucedieron otras dos en Almería, y la celebrada antaño en el Mueso de la Universidad de Murcia. Ambas ciudades comparten su presencia personal, y por tanto, profesional y artísitica.
Como buen geógrafo, su interés por viajar no tiene límites. Ha conocido una amplia diversidad de paisajes y culturas, y lo que es más importante ha recibido su influencia y ha sido capaz de llevarla a sus lienzos. El resultado está en la atmósfera que emana de sus cuadros. Las flores y las frutas han sido desde siempre el eje de su línea temática, a la que se incorpora en esta ocasión la figura humana. Toda su obra se define por una búsqueda deliberada de la belleza.
La contemplación de su obra me lleva a coincidir con la opinión de Juan Carlos Savater que considera que "la mayor estupidez que puede cometer un artista es la de hacer esfuerzos por ser actual y que si merece la pena hacer algún esfuerzo es por ser extemporáneo".
Cayetano Espejo Marín.
Lugar: Aula de Cultura de Unicaja, Paseo de Almería, 69 (Almería)
Del 10 al 23 de Enero de 2007
Han pasado más de dos décadas desde la primera exposición de José Jaime Capel Molina en el Mueso Provincial de Bellas Artes de Murcia. A ella se sucedieron otras dos en Almería, y la celebrada antaño en el Mueso de la Universidad de Murcia. Ambas ciudades comparten su presencia personal, y por tanto, profesional y artísitica.
Como buen geógrafo, su interés por viajar no tiene límites. Ha conocido una amplia diversidad de paisajes y culturas, y lo que es más importante ha recibido su influencia y ha sido capaz de llevarla a sus lienzos. El resultado está en la atmósfera que emana de sus cuadros. Las flores y las frutas han sido desde siempre el eje de su línea temática, a la que se incorpora en esta ocasión la figura humana. Toda su obra se define por una búsqueda deliberada de la belleza.
La contemplación de su obra me lleva a coincidir con la opinión de Juan Carlos Savater que considera que "la mayor estupidez que puede cometer un artista es la de hacer esfuerzos por ser actual y que si merece la pena hacer algún esfuerzo es por ser extemporáneo".
Cayetano Espejo Marín.
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Algunas poesías de José Jaime Capel:
Gádor, 20 enero de 2013
La Procesión en honor al Patrón de la
Villa es uno de los actos más destacados estas fiestas patronales de invierno.
Los gadorenses han mostrado su cariño y devoción
a San Sebastián, Patrón de la Villa de Gádor, en cuyo honor se celebran este
fin de semana las fiestas de invierno de la localidad. El tiempo desapacible y
frío reinante, no ha sido impedimentos para que los gadorenses se echen a la
calle para tributarle la devoción y el afecto que le profesan, sacando en
procesión la imagen del Santo Mártir por las calles del municipio, para
agradecerle los beneficios concedidos a lo largo de este año y solicitar su
protección y amparo en estos momentos de especial dificultad. Los actos
religiosos en honor a San Sebastián se iniciaban con una Solemne Misa en la
Iglesia de Santa María de la Villa de Gádor, al término de la cual el cura
párroco, Victoriano Montoya, se ha dirigido a las numerosas personas presentes
en la homilía para recordarles, que el testimonio de fe y compromiso de San
Sebastián sigue presente en nuestros días y, que este Santo cuya protección se
invoca tradicionalmente en momentos de especial dificultad, es un referente
ante la dura situación socioeconómica que se está atravesando debido a la
crisis. Por ello, ha pedido a todos los gadorenses que no duden en rezar para
pedir su amparo y protección y darle gracias por los logros conseguidos. La
Santa Misa ha sido oficiada conjuntamente por el vicario general de la Diócesis
de Almería, Tomás Cano Rodrigo y el cura párroco de Gádor, Victoriano Montoya
Villegas, a cuya celebración religiosa ha asistido el subdelegado del Gobierno,
Andrés García Lorca, con motivo de la celebración de las Fiestas Patronales de
la Villa. En el transcurso de la celebración religiosa se ha bendecido el cuadro de San Sebastián realizado por
el catedrático de la Universidad de Almería y reconocido pintor autodidacta, José Jaime Capel Molina, cuya donación
podrá ser contemplada a partir de ahora por cuantos lo deseen en el Templo
Parroquial de Gádor. La Misa ha concluido con la interpretación del Himno en
honor a San Sebastián y acto seguido, el estruendo de cohetes ha anunciado el
inicio de la Solemne Procesión con la imagen del Patrón, desde el Templo
Parroquial de Santa María de la Villa de Gádor, acompañado por autoridades,
miembros de cofradías y hermandades y vecinos de la Villa. El cortejo lo
cerraba la Asociación Musical de Gádor. El itinerario de la Procesión ha
descendido desde el templo por la calle del Barranquillo hasta la Plaza de la Ermita.
Allí un alto obligado como es tradición para ver el Castillo de Fuegos
Artificiales, que ha llenado de un estallido luz y color la noche gadorense.
Luego ha tomado en dirección calle La Paz, para desembocar en la Avenida
Andalucía y encaminarse hasta la Plaza de la Constitución y para encerrarse
desde ahí nuevamente en el Tempo, donde la imagen de San Sebastián permanecerá
hasta el próximo año.
((fuente: http://gadoractualidad.es/gador-se-hecha-a-la-calle-para-mostrar-su-carino-y-devocion-a-san-sebastian/
))